Cheesecake vegano de limón
Dificultad: media
Tiempo de preparación: 45 minutos + tiempos de reposo
Raciones: aprox. 12-16
Ingredientes:
Para el queso cremoso base de anacardos:
♥ 175 g de anacardos crudos
♥ 2 cucharadas y ½ de yogur de soja (ver notas)
♥ 50 ml de agua
Para la base de galleta:
♥ 200 g de galletas sin huevos ni lácteos (he usado tipo maría rectangulares)
♥ 10 dátiles
♥ 3 cucharadas de mantequilla de cacahuete
♥ 60-80 ml de leche de soja (u otra leche vegetal)
Para el merengue de lino (ver notas):
♥ 750 ml de agua
♥ 35 g de semillas de lino (unas 4 cucharadas)
♥ 1-3 cucharadas de zumo de limón recién exprimido
♥ 1-3 cucharadas de azúcar
Para el cheesecake:
♥ el queso cremoso base de anacardos
♥ 2-3 cucharadas de azúcar
♥ 3-5 cucharadas de zumo de limón recién exprimido
♥ 1 cucharada de ralladura de limón
♥ 1 taza y ½ de merengue de lino
♥ 1/2 taza de nata montada vegana (puede ser de coco, de soja o de arroz, pero que sea nata para montar que hayas montado tú mism@)
♥ 1/2 taza de agua
♥ 2 cucharadas de agar-agar en polvo
Para la gelatina de limón:
♥ 300 ml de agua
♥ 4-6 cucharadas de zumo de limón recién exprimido
♥ 1 cucharada y ½ de agar-agar en polvo
♥ 1 cucharada de azúcar o sirope de agave/arce/melaza
♥ 1 cucharadita de agua de azahar (opcional)
♥ ¼ de cucharadita de colorante amarillo en polvo o líquido, o ½ de cúrcuma
Lee toda la receta antes de hacerla, requiere pasos previos y tiempos de reposo.
Tabla de contenidos
Como para la receta de cheesecake de fresa, voy a dividir la explicación en varias partes. En este caso también tendremos una base de galleta, una parte de tarta de queso más firme y una capa de gelatina de limón para decorar y darle un contraste de color, sabor y textura.
Para hacer el queso cremoso base de anacardos
Es bastante similar al del cheesecake de fresa, pero como esta crema tiene que quedar un poco más firme utilizaremos menor cantidad de agua y de yogur. El yogur que he utilizado es el mismo que el del cheesecake de fresa, un yogur de soja natural azucarado.
Deja los anacardos en remojo, con suficiente agua como para cubrirlos por completo, de 8 a 10 horas, en un lugar fresco y seco.
Transcurrido ese tiempo escúrrelos muy bien y ponlos en la batidora con los 50 ml de agua y las 2 cucharadas y ½ de yogur de soja. Bátelo todo junto 4-6 minutos, parando de vez en cuando para incorporar al batido lo que quede en las paredes de la batidora. Tiene que quedar una crema homogénea pero muy densa.
No pasa nada si el aspecto es ligeramente arenoso, lo importante es que no queden trozos de anacardos. Si después de 6 minutos batiendo ves que es imposible moler todos los trocitos de anacardo que quedan, puedes añadir 1-2 cucharadas más de agua, removerlo y batirlo de nuevo. En principio es sólo cuestión de paciencia batiendo, al haber dejado en remojo un poco más los anacardos habrán absorbido más agua y no será necesario añadir más.
Pasa la crema a un tupper o molde, alisa la superficie, tápalo y déjalo fermentar de 36 a 48 horas en un lugar templado (pero no al sol). Igual que sucedía con el de fresa, la fermentación será bastante rápida, sobre todo si el clima es templado y no hace mucho frío en casa. Yo lo he dejado 38 horas a unos 20ºC. También puedes dejarlo más tiempo (hasta 48 horas) si quieres que coja un poco más de sabor y acidez. Tras el tiempo de reposo déjalo, tapado, en la nevera, al menos 6 horas antes de empezar a batirlo con el resto de ingredientes.
Para la base de galleta
Forra un molde redondo no muy grande (16-20 cm de diámetro) y desmontable con papel para hornear (recorta un círculo para la base y un rectángulo de la longitud de la circunferencia. Para que el papel se pegue bien al fondo y paredes del molde puedes untarlas ligeramente con un poco de margarina vegetal).
Es recomendable usar un molde que no sea muy grande porque si no la tarta te va a quedar muy bajita (si no te importa no pasa nada).
Rompe las galletas a mano o cháfalas con un rodillo dentro de una bolsa. Ponlas en la batidora. Corta por la mitad los dátiles, quita el hueso y ponlos también en la batidora. Agrega la mantequilla de cacahuete y la leche vegetal, y bátelo todo junto 3-4 minutos, hasta que quede una pasta quebradiza. Al igual que dije en la receta de la tarta de queso de fresa, la textura de la masa dependerá de las galletas que uses, ya que no todas tienen el mismo contenido en agua, azúcares y grasas. Si usas campurrianas o Lotus (de caramelo) puede que necesites menos líquido, así que ante la duda puedes ir añadiendo la leche vegetal poco a poco mientras bates hasta que tenga una consistencia media, quebradiza pero no muy arenosa.
Extiende la masa en el fondo del molde aplastándola y apretándola bien con una cuchara, una espátula o el expulsor de un aro de emplatar, llegando bien a los bordes y procurando que no queden huecos.
Déjalo en la nevera mientras hacemos el resto de la tarta.
Para el merengue de lino
Antes de nada deciros que las cantidades de ingredientes que os he puesto dan como para 4-6 tazas de merengue. Es mucho más de lo que usaremos para esta receta, pero son las cantidades que he usado para enseñaros cómo hacerlo. Podéis utilizar un factor de conversión para hacer menos cantidad (por ejemplo, para que nos salgan 2 tazas podemos comenzar con 1 taza de agua y 1 cucharada y ½ de semillas de lino. El tiempo de cocción y de batido también será menor.). También podéis montar sólo una parte del gel y el resto refrigerarlo o congelarlo para otro momento, o aprovechar para hacer otras tartas u otras preparaciones.
Y otra cosa: aunque el gel lo podéis hacer con antelación, no lo montéis hasta que no esté hecha la base de galleta y el queso cremoso de anacardos, vamos, no lo montéis hasta que no estéis list@s para hacer la tarta propiamente dicha, es mejor utilizar el merengue recién hecho.
Pon el agua y las semillas de lino en un cazo o cacerola mediana, a fuego medio-alto, removiendo ocasionalmente, hasta que entre en ebullición fuerte. Baja el fuego al mínimo-medio, lo justo para que siga hirviendo pero sin que se salga. Deja que se cueza 12-15 minutos, echándole un vistazo y removiendo de vez en cuando.
Tras 12-15 minutos irá teniendo este aspecto, el líquido empezará a parecer sirope y se irá formando espuma en la superficie (no la quites). Tendremos que revisarlo porque estará listo en poco tiempo. Cuando remuevas, levanta la cuchara de vez en cuando intentando coger las semillas. Verás que cada vez te será más difícil porque el sirope va dando paso a un gel similar a la clara del huevo, una cosa como así:
El gel aún estará líquido, pero se verá que es más denso, gelatinoso, y es difícil coger las semillas. Si coges líquido y levantas mucho la cuchara (para permitir que se enfríe un poco el líquido) verás que parece moco (con perdón):
Ahora habrá que actuar rápido. Deja el lino a fuego mínimo y prepara un vaso o envase que aguante bien el calor y en el que puedas apoyar un colador.
Apaga el fuego e inmediatamente vierte la mezcla en el colador.
Con ayuda de una cuchara o una espátula remueve el lino que queda en el colador, apretando bien para que se cuele sólo el gel, y nos queden arriba las semillas. Es importante hacerlo inmediatamente y lo más rápido posible, ya que conforme se enfría el gel más difícil es pasarlo a través del colador. Es como blandibú, gelifica y no cabe por los agujeros del colador. Si se te enfría y no se cuela, vuelve a ponerlo en la cacerola, a fuego medio (puedes añadir 1 cucharada de agua) hasta que vuelva a hervir, y rápidamente vuelve a colarlo.
Y esto es lo que nos quedará, que es lo que necesitamos para hacer el merengue. Un gel de lino super viscoso. Déjalo templar en un lugar fresco y seco y mételo en la nevera hasta que se enfríe por completo (3-4 horas). Puedes hacer el gel un día o dos antes de montar el cheesecake, por ejemplo cuando dejes los anacardos en remojo o cuando dejes fermentar el queso de anacardos. Bien tapado y en la nevera te dura 3-4 días.
Montar el merengue
Para montar el merengue vas a necesitar tener preparado un recipiente alto para batir con el accesorio de varillas de la batidora o con el montaclaras, un bol más grande y unos hielos (de 12 a 24, dependiendo de la temperatura ambiente).
Antes de ponerte a montar el merengue, si has hecho la misma cantidad que yo, puedes elegir entre montarlo todo, la mitad o 1/4 del gel. A más cantidad más minutos necesitarás batir. Si sólo vas a montar una parte, puedes congelar el resto en un recipiente bien cerrado. Eso sí, es un poco complicado separar el gel en partes, puedes verterlo en un tupper grande y “cortarlo” con una espátula.
Pon el gel en el recipiente en el que vayas a batirlo y éste sobre un bol con agua helada y hielos. Procura no llenarlo demasiado para que no se salga el agua. Bátelo con la batidora de varillas o montaclaras a velocidad media-alta durante 4-6 minutos, moviendo la batidora y procurando que vaya cogiendo bien de aire. Tras esos minutos debería tener ya un aspecto de merengue aunque aún un poco líquido:
Será una espuma blanca, suave, y como del doble de volumen que tenía en un principio el gel de lino. Paciencia y seguir batiendo.
Después de 3-5 minutos más habrá atrapado mucho más aire y tendrá el triple (o más) de volumen, ya estará casi casi:
Las varillas aún no dejan marca en la superficie del merengue, y aunque puedes levantar la batidora, la espuma no se mantiene, va cayendo de nuevo al recipiente. En este punto puedes añadir, mientras bates, el azúcar y el limón. Si has usado la misma cantidad de ingredientes que yo, puedes añadir hasta 3 cucharadas de limón y 3 de azúcar. Verás que el merengue enseguida coge consistencia y ya no se cae. Puedes probarlo para añadir más azúcar o limón.
Cuando el merengue se mantenga, puedas cogerlo con una cuchara, etc., vamos, cuando parezca merengue, ya estará listo. Déjalo en la nevera hasta el momento de usarlo.
El tiempo total de batido puede variar entre unos 10 minutos si tenemos poca cantidad de gel de lino hasta 20-25 minutos si usamos toda la que nos sale con estas cantidades o más, y hace bastante calor y mucha humedad ambiente (superior al 40%). Paciencia, sobre todo paciencia, y si ves que tu batidora se calienta demasiado y quema, para, desenchúfala y métela en el congelador un rato.
Notas sobre el merengue de lino
Para montar el cheesecake
Cuando ya hayas hecho el queso cremoso de anacardos y lo hayas dejado en la nevera al menos 6 horas, puedes empezar a hacer lo que será el propio cheesecake. Ya tendremos también la base de galleta en la nevera, fresquita, así que empezaremos a hacerlo.
Saca el queso cremoso de anacardos de la nevera y ponlo en la batidora con el azúcar, el zumo de limón y la ralladura de la piel de limón (lo puedes hacer en un momento y así lo tendrás recién hecho, fresco y bien fragante). La cantidad de zumo de limón dependerá de la calidad de los limones que uses. Si son maduros y potentes de sabor, con 2 cucharadas será suficiente. Bátelo todo y pruébalo. Puedes añadir más azúcar o limón al gusto.
Monta la nata de soja/coco/arroz hasta que esté bien firme, en un recipiente sobre otro con agua helada y unos hielos, con el accesorio de varillas o montaclaras. Cuando esté montada y firme déjala en la nevera. Necesitarás casi ½ taza de nata sin montar para conseguir 1 taza de nata montada, pero usaremos ½ taza de nata ya montada. Es posible que ¼ de taza de nata sin montar sea muy poca cantidad y no se monte bien, así que usa un poco más y lo que sobre lo puedes usar para decorar la tarta.
Pon en un cazo pequeño ½ taza de agua y 2 cucharadas de agar-agar en polvo y mézclalo bien (si usas en copos necesitarás 2 cucharadas y ½, y si usas agar en tiras recortado en trocitos pequeños con las tijeras, unas 3,5 cucharadas y 100 ml más de agua). Ponlo a fuego medio-alto y cuando empiece a hervir ponlo al mínimo. Deja que cueza 2-3 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que se haya disuelto el agar por completo. Retíralo del fuego y viértelo en la batidora. Bátelo todo junto 1 minuto, hasta que se mezcle por completo.
Saca la nata vegetal y el merengue de la nevera. Añade a la batidora primero la nata, bátelo lo justo para mezclarlo, a velocidad media-baja, y después el merengue, también lo justo para mezclarlo, a una velocidad más baja si es posible. Si no, pasa la mezcla a un bol, añade el merengue y mézclalo a mano con una espátula de silicona o con una cuchara, procurando mezclarlo más que batirlo, para no cargarnos la estructura esponjosa del merengue.
Saca el molde con la base de galleta de la nevera y vierte la mezcla en él. Procura que no queden huecos y alisa la superficie con una espátula o similar. Déjalo en la nevera 2-3 horas antes de empezar a hacer la gelatina de limón.
Para la gelatina de limón
Pon el agua, el azúcar y el agar-agar en polvo en un cazo o cacerola pequeña. Añade el colorante poco a poco, removiendo, hasta que tenga un buen color amarillo. Puede que necesites un poco menos de la cantidad que he puesto. Ponlo a fuego medio-alto, removiendo ocasionalmente, hasta que empiece a hervir. Baja el fuego y añade el zumo de limón y el agua de azahar (esto es opcional) y cuécelo 3-4 minutos, hasta que el agar se haya disuelto por completo.
Saca la tarta de la nevera y aparta la gelatina del fuego. Con mucho cuidado y con ayuda de un cucharón para sopas vierte la gelatina sobre la tarta, hasta cubrirla por completo. Si usas un molde de 18-20 cm de diámetro te quedará una capa de unos 4 mm de espesor, si es más grande, de unos 2 mm, que también está bien.
Mételo en la nevera al menos media hora antes de servirlo.
Para decorar puedes usar la nata vegetal que te haya sobrado, e incluso hacer una espuma de limón con unas cucharadas del merengue y un poco más de zumo de limón. También puedes usar un caviar como el del cheesecake de fresa, haciéndolo de granadina, de fresa, de melocotón, de menta, de hierbabuena o cualquier otro sabor que te guste con el limón. Yo le he puesto un poco de caramelo que he hecho en un momento (agua, azúcar, sirope de maíz y colorante).
La textura final de este cheesecake es firme, fácil de cortar y coger, y al probarla la notaréis esponjosa, sedosa, ligera, parecida a una mousse. Es más firme que el de fresa, pero se puede hacer lo mismo: servirlo en copas o vasos de postre. De hecho podéis prepararlo directamente en porciones individuales si tenéis suficientes copas y vasos.
Tened cuidado al cortarlo, no hagáis una escabechina como he hecho yo :P también he de decir que mi base de galleta lleva un poco menos de líquido, para que quede más arenosa y ligeramente crujiente. Aún así, es preferible que quede un poco más compacta para evitar llenarlo todo de polvillo de galleta.
Junto con las porciones he puesto un poco de espuma de limón que hice en un momento con el merengue y un poco más de zumo de limón (no es necesario batirlo, sólo removerlo). Se ha ido desmontando porque hacía bastante calor en la zona en la que les he hecho las fotos. Es lo malo, el merengue de lino no aguanta muy bien el calor (más abajo explico más cosas).
Variaciones
Se pueden hacer muchas variaciones a esta receta, empezando por el sabor.
Bueno, el limón da mucho sabor, por lo que hay que añadir muy poco, pero si fuese otra fruta tendríamos que agregarla en puré (por ejemplo lo que sucede con las fresas) o un extracto si lo venden (de fresa desde luego que sí, pero puede que sea más complicado encontrar un extracto de piña, melocotón o manzana, por poner unos ejemplos). Si tenemos que añadir la fruta en puré tenemos que tener en cuenta que estamos añadiendo más humedad a la mezcla. En principio no pasaría nada si añadiésemos un melocotón o un kiwi en puré, la textura se vería poco afectada, pero si añadimos 2 o 3 rodajas de piña en almíbar sí que podemos notar que la consistencia final es más sedosa, blanda y delicada. Os recomiendo que probéis con cualquier fruta que os guste, que esté madura, en su punto, y que tenga muchísimo sabor.
En el caso de las limas y naranjas podemos hacerlo exactamente igual que en esta receta, añadiendo un poco del zumo y ralladura de la piel, o combinar ralladura y un extracto. Con melocotón os quedará muy bien, al igual que con albaricoques. Si lo hacéis de piña, que sea preferiblemente fresca, no en almíbar. El plátano le dará un poco más de consistencia a la masa, además de sabor. La pera contiene mucha agua pero podemos añadirla batida sin problemas, eso sí, que sea de las más sabrosas que puedas encontrar (prueba un trocito primero). Lo mismo con la manzana, con la que además podéis mezclar naranja y/o limón.
Se pueden utilizar uvas para terminar y presentar la tarta, y en general frutas pequeñas, como fresas, grosellas, moras y frambuesas. Junto con las frutas podemos añadir también unas gotas de algún sirope o extracto que nos guste, como el de fresa, ron, pistacho, almendra, cereza o agua de azahar, que es lo que he añadido yo a la gelatina de agar, y que, aunque he puesto que es opcional, os recomiendo mucho.
Para la tarta de queso se puede usar sirope de arce/agave en lugar de azúcar, o melaza (aunque tiene un color muy oscuro), azúcar moreno/panela, o cualquier endulzante al gusto. Después de añadirlo y batir probadlo y poned más cantidad si os parece muy poco dulce.
Para la nata montada, como comenté más arriba, podéis usar cualquiera que no sea en spray, ya que esa permanece montada poco tiempo y enseguida se cae, no nos sirve para dar cremosidad a la mezcla porque se vuelve líquida rápidamente aunque la metamos en la nevera. Son natas vegetales que se montan “en el momento” con el gas del envase, pero no tienen la estructura que adquiere una nata de montar cuando la batimos a mano.
Se puede usar Ambiante de Puratos o cualquier otra marca, que las venden en bricks parecidos a los de la nata para cocinar, pero especifica que es para montar. También sirve la nata de coco de lata o de cartón (echad un vistazo a la receta del cheesecake de fresa).
Si no tenéis agar pero queréis ponerle una capita jugosa y cremosa podéis hacer una crema de limón y colocarla encima, como la gelatina. Podéis usar la misma receta de la crema de naranjas sanguinas pero con ½ cucharada más de almidón de maíz, limón y colorante o cúrcuma. Quedará firme y cortable.
También podéis hacer una crema pastelera o una salsa de cítricos para servir, con grosellas, limón y naranja.
Para la base de galleta, como decía en la receta, usad las galletas que queráis, como si queréis usar galletas rellenas, eso a vuestro gusto, sólo tenéis que cuidar que quede una pasta más sólida o seca que líquida o hecha polvo. Podéis cambiar la mantequilla de cacahuete por crema de almendras, pasta de avellanas o crema de galletas lotus (la venden en bote), añadir más o menos dátiles, y frutos secos como nueces de cualquier tipo, pistachos, almendras o avellanas. También se puede añadir sirope de agave/arce, caramelo o melaza para hacerlo más dulce aún, algún extracto, piel de naranja, lima o limón rallada, aceite de coco, margarina vegetal (aunque las galletas ya llevarán suficiente), canela, vainilla, copos de maíz o de avena, arroz inflado o quinoa inflada…
Sobre el merengue de lino:
[más arriba tienes el proceso con fotos] Como comentaba en la receta de las hamburguesas de quinoa, las semillas de lino son un buen sustituto del huevo en muchos tipos de preparaciones. Lo digo muchas veces pero después raramente subo ejemplos (cof, cof).Por un lado encontraremos semillas de lino molidas o linaza molida y por otro las semillas enteras crudas. Recomiendo usar las semillas enteras, las de lino dorado, no el oscuro (no porque no funcione, sino porque añade color marrón a las preparaciones), además de ser más baratas nos permiten hacer más cosas, como por ejemplo crear geles casi transparentes como el que he hecho hoy para el merengue. Si lo hubiese hecho con linaza molida estaría lleno de puntitos marrones y la verdad es que no queda muy bien, además de que sólo queremos el gel, que se forma con el mucílago de las semillas, no el resto de la semilla (que una vez cocida y separada del gel podemos usar para hacer otras recetas). Además, las semillas de lino son muy ricas en aceites que se enrancian rápidamente al contacto con el aire, haciendo que no sea comestible y que tenga un mal olor (a rancio). Así que aunque se puede comprar linaza molida, sobre todo si es en poca cantidad y la vas a usar bastante, yo recomiendo mucho mejor comprar las semillas enteras. Guardándolas bien, en un envase bien cerrado, lejos de la luz y en un lugar fresco y seco, te durarán muchos meses. Además, las puedes moler cuando quieras, justo antes de usarlas, con un molinillo de café.
Si tienes semillas de lino molidas guárdalas en una bolsita bien cerrada en el congelador.
Para hacer el merengue necesitamos primero extraer el gel de las semillas de lino utilizando agua y calor (cocción), para después colarlo y descartar las semillas (que se pueden utilizar para otras comidas). El gel que nos queda es un hidrocoloide como el agar, el almidón de tapioca, el almidón de maíz, el de patata, el carragenato, la goma xantana, el alginato, la goma guar, la pectina… pero ojo, que todos ellos sean hidrocoloides no significa que tengan las mismas propiedades ni que funcionen igual. “Hidrocoloide” significa que es una sustancia que forma gel al combinarla con agua (la sustancia se dispersa en el líquido). Piensa por ejemplo en los usos que le damos al almidón de maíz (maicena), como espesante, para flanes o para que queden más jugosos los bizcochos. Es muy distinto a lo que pasa con el agar, que necesita hervir y sólo cuando se enfría forma una gelatina mucho más firme, densa y transparente que el almidón de maíz. Desde luego el agar no nos sirve para espesar una salsa porque lo gelifica todo igual que si fuese la gelatina de toda la vida. Tampoco sirve igual que la goma xantana (lo explico aquí).
Pues el gel de lino también es muy diferente de los anteriores. Lo primero que nos llama la atención es que tiene la viscosidad y textura de la clara de huevo cruda. Bueno, en apariencia es así aunque hay diferencias que no se aprecian tan fácilmente:
La clara de huevo es casi todo proteínas (albúmina). Al calentarla sus proteínas forman redes mucho más fuertes que hacen que el alimento que lo contiene conserve mejor su forma. Vamos, que son una parte importante de la estructura. Además se va endureciendo conforme seguimos aplicando calor (como sucede en un bizcocho cuando lo metemos al horno) y eso permite que cuando lo saquemos del horno mantenga la forma. Es parecido a lo que hace el gluten de trigo. Este efecto es importante cuando tratamos de hacer bizcochos que dependen mucho de la cantidad de aire que se confiere a la masa (típicos bizcochos en los que se añade una buena cantidad de claras montadas).
Además de esto, la estructura de las proteínas de la clara de huevo es capaz de atrapar muchísimas burbujitas de aire, de ahí que se haya hecho siempre el merengue con claras de huevo.
Sin embargo, el gel de lino no contiene tanta proteína, es casi todo polisacáridos (almidones). Lo que hacen los almidones es retener agua de la mezcla en la que los incorporemos, incrementando su viscosidad y haciéndose gel. Son elásticos y con el calor no llegan a endurecerse tanto como las proteínas del huevo, por lo que no nos sirven exactamente igual que la clara de huevo. Dependeremos más de añadir otros ingredientes que ayuden a mantener la forma y endurecer los bizcochos y otras preparaciones (otros almidones, gluten de trigo, etc). Pero ojo, que también sirve (si no no estaría explicando por qué nos sirve como sustituto del huevo :P).
Cuando lo que queremos es sustituir hasta 3 huevos en bizcochos, tartas, magdalenas y similares, tenemos que atender a lo que diga la receta original. La clara del huevo y la yema tienen estructuras muy diferentes y se comportan de forma diferente al cocinar con ellos, ya sea juntos o por separado. Cuando sólo hay que añadir los huevos a la masa, batidos, o batir la masa con ellos, es fácil hacerlo con el lino. Podemos usar 1 cucharadita de lino molido + 3-4 de agua por cada huevo a sustituir y dejarlo reposar. Al estar ya molidas las semillas no es necesario calentarlo. Tras un rato reposando (lo puedes dejar de 15 minutos a 2 horas) verás que se ha formado el gel. Pues este gel es lo que tienes que agregar en lugar del huevo. Como he dicho antes, el huevo tiene yema y clara, y aquí sólo hemos sustituido la clara. La yema en este caso no hace falta sustituirla por nada, si nuestra masa tiene una buena consistencia y buenos ingredientes, no es necesario. Pero si queremos podemos utilizar ingredientes que actúen parecido a la yema del huevo: yogur de soja, harina para cocinar sin huevo mezclada con agua, harina de garbanzo o de soja, etc. (tienes más ejemplos aquí o echando un vistazo a cómo están hechos otros bizcochos veganos).
Otra forma de hacerlo sería cocer las semillas de lino con agua. Como reduce un poco, utilizaremos 1 cucharadita de semillas de lino + 100 ml de agua, en un cacito pequeño. Lo mismo, lo llevamos a ebullición, removemos de vez en cuando y el gel se hará enseguida, en pocos minutos (así lo hice en la receta de las hamburguesas de quinoa, echadle un vistazo). Lo colamos, dejamos enfriar y lo añadimos a la masa, batiendo y mezclando bien.
Cuando la receta nos pide claras montadas o merengue tenemos que mirar muy bien de qué se trata, cuál es el objetivo de este ingrediente y cuál es el resultado final.
Si es para hacer bizcochos muy esponjosos podemos utilizar el merengue de lino, siempre con cuidado de incorporarlo a la masa moviéndolo suavemente (igual que si fuesen claras montadas), pero necesitaremos otros ingredientes “de apoyo” para que el bizcocho quede, en efecto, super esponjoso. Es decir, aunque la receta del bizcocho sea sin levadura de repostería, tendremos que añadirla. En algunos de estos bizcochos no se usa levadura porque las claras montadas se encargarán de seguir reteniendo pequeñas burbujas de aire que, al calentarse, se expandirán y harán crecer la masa en el horno. Si usamos merengue de lino no va a suceder eso, lo que pasará es que el merengue se irá volviendo líquido y se quedará toda la masa hecha un pegote en el molde. Para evitarlo necesitamos que se formen muchas más burbujas y que “cuajen” o solidifiquen todos los ingredientes del bizcocho rápidamente. Para ello usaremos levadura de repostería en la misma cantidad que usaríamos para un bizcocho normal, o un poco más (1 cucharadita por taza de harina).
Si es para hacer macarons, que me lo habéis preguntado mucho y no he subido receta, no nos sirve el merengue de lino. La clara de huevo es casi todo proteína y el merengue de lino es casi todo polisacáridos. La clara de huevo solidifica con el calor pero el merengue se deshace y se vuelve líquido de nuevo (de ahí que podáis recalentar el gel en caso de que se os enfríe y no cuele bien por el colador). Para los macarons es imprescindible esa propiedad de la clara de huevo, por lo que, si la clara de huevo es casi todo proteína, necesitaremos un hidrocoloide similar, también a base de proteína. Uno de los más usados es el Versawhip 600K, que es proteína vegetal tratada y que sustituye perfectamente a la albúmina. Se puede hacer con ello merengue y hasta marshmallows veganos (esponjitas) [tenéis más info, datos y explicación en este post y en este otro]. Funciona perfectamente para los macarons siempre y cuando tengamos en cuenta utilizar un poco menos de la cantidad de clara de huevo a sustituir y hagamos un buen balance en general con los líquidos de la masa. También hay que tener en cuenta los almidones, que serán imprescindibles para que quede suave y agradable. Para ello es recomendable utilizar una mezcla de almidones (de patata y tapioca) y goma xantana. También se puede usar Ener-G Egg Replacer o No-Egg + goma xantana, que da muy buen resultado ya que ambos contienen metilcelulosa, otra goma vegetal que nos ayudará con la estructura de los macarons.
Tenéis recetas muy aceptables aquí y aquí.
Y cuidado, que todo esto no es impepinable, se puede hacer con otras proteínas, gomas, almidones, etc. Os lo he puesto como un ejemplo.
[Nota: si queréis comprar alguna de las cosas que he mencionado, buscadlo en Google, no me preguntéis a mí porque yo no conozco todas las tiendas de todos los países del mundo y lo que hago es buscar en Google el producto y la ciudad o provincia, o mirar en la web del fabricante si hay algún distribuidor en el país que sea.]
Si es para hacer de ligante en masas de albóndigas, hamburguesas, milanesas, etc., os sirve perfectamente. Tenéis un ejemplo en la receta de las hamburguesas de quinoa, aplicable a muchas otras masas. Se puede colar el gel de lino o dejar las semillas, que fue lo que yo hice. Si es para rebozar y empanar no os recomiendo hacer el gel porque es muy denso, muy viscoso y no se va a adherir a los alimentos que queramos embadurnar salvo que apliquemos la fuerza bruta, que es lo que hacemos en la masa (batir). Así que en rebozados es mejor utilizar como líquido harina de garbanzo + vinagre + agua, o harina para cocinar sin huevos + agua, o harina de tempura + agua… tenéis más ejemplos en “Cómo sustituir los huevos y los lácteos“.
Si es para hacer postres y otras preparaciones en frío, como este cheesecake, no hay que preocuparse demasiado por cómo se comportará en el horno, ya que no vamos a cocerlo ni calentarlo. Tampoco lo necesita, el gel ya está hervido y se puede comer tal cual. Sólo incorpóralo a la mezcla fría con cuidado de no batirlo fuerte para no deshacer la estructura esponjosa que hemos creado, y una vez mezclado déjalo en la nevera, el frío lo mantiene firme. No es necesario añadir siempre el zumo de limón y el azúcar, pero verás que ayudan mucho a la hora de montar el gel. Tenlo en cuenta para no crear mezclas de sabores desagradables (como limón con chocolate).
NOTA: para un merengue también muy fácil pero más estable, prueba a usar aquafaba en lugar de lino.
* A pesar de que todo lo que publico aquí tiene licencia Creative Commons BY-NC-SA 3.0 siempre hay alguien a quien no le gusta nada decir de dónde ha sacado las imágenes, o se las atribuye, o no le da la gana ni hacer mención a la fuente original vayaustéasaberporqué. El premio de la vergüenza de hoy es para esta página de Facebook, que igual te coge una foto del gel de lino que una de hamburguesas veganas (publicada en GastronomiaVegana.org) y chitón, no sea que la gente quiera saber más acerca de eso que ha compartido.
Y no, no vendo esta tarta en ninguna tienda de las que han usado mis fotos, con marca de agua y todo, para decir que esto lo hacen y venden ell@s.
Fantástico, impresionante! Muchísimas gracias por tus explicaciones, me has dejado boquiabierto. Es una pena que no haya un modo ‘casero’ de obtener un merengue que coagule con la temperatura. Si he entendido bien es una cuestión de obtener un líquido con suficiente concentración de proteínas adecuadas como la albúmina (quizá las globulinas también sirven). Seguiré probando.
Un abrazo y nuevamente muchas gracias por tu gran trabajo.
Hola Lluis:
Lo explico en “Sobre el merengue de lino”, donde hablo de cómo hacer macarons. De momento la mejor forma que he encontrado para hacer un merengue que se pueda calentar y todo eso es con proteína + almidones + alguna goma vegetal, pero no es la única forma de hacerlo. Por ejemplo si quieres hacer un merengue y tostarlo un poquito al horno puedes usar el No-Egg. Para una buena cantidad de merengue (para poner por encima de una tarta por ejemplo) necesitarás unos 90 gramos de No-Egg y de 1/2 a 3/4 de cucharadita de pectina y un máximo de 100 g de azúcar glacé. Para montarlo, lo mismo que con el gel: ponlo en un recipiente sobre otro con hielos y bátelo con aprox. 1 taza de agua (lo puedes ir echando poco a poco). Tarda unos 8 minutos en montar, así que paciencia :) Como una vez montado es almidón crudo, tendrás que meterlo al horno de todas formas. Aguanta mejor temperaturas no demasiado altas muy prolongadas (130-150ºC durante 1-2 horas), pero se puede meter y sólo gratinar (a la temperatura de gratinado más baja que tengas).
Si lo haces sólo con el No-Egg, sin añadir la pectina, se te puede desmontar en el horno a temperaturas superiores a 140ºC.
Un abrazo!
Preciosa receta!! propia de una persona que ama la vida, la naturaleza, la salud a la vez que denuesta una creatividad propia de los seres que poseen un interior lleno de amor.
Ojalá pueda hacer esta receta…me encanta!!
Abrazos
uaaaauuu!!!
Pintaza que hace este pastel.
Y millones de gracias por las explicaciones y el currazo por la receta. Des de que le enseñé la foto del pastel que colgaste en Instagram a mi compa que me “presiona” para que lo haga. Cae seguro! Y muchas gracias también por todas las explicaciones sobre el lino :-)
Muy, muy interesante! Me encanta cuando dices ‘De momento…’
Gracias!
A ver.
Tú eres vegana…
Cocinera me dijiste que no eras.
¡Pero ya lo sé! ¡Eres química!
O eres química, o tienes una enclipoedia de química culinaria en tu cabeza… Lo del merengue de lino, el moco, la albúmina, la proteína y todo lo demás me ha parecido genial genial.
@Júlia: espero que te animes a hacerlo :D
@Lluis: jejeje, siempre hay que experimentar con más cosas ;)
@Sarmale: jajajaja más o menos un poco de todo :P
Es que si no sabemos cómo funcionan las cosas cómo vamos a usarlas? ;)
Sos genial, generosa y muy didáctica! Gracias por explicar tan claramente para cuidarnos de intentos fallidos. Abrazo!
Hola! Me puedes dar una alternativa al queso cremoso de anacardos¿!
Hola Aixa:
¿A qué te refieres exactamente? ¿con anacardos pero otro fermento? ¿mismo pero con otro fruto seco que no sean anacardos? ¿ni lo uno ni lo otro?
Hola, muy buenas!
He hecho la cheesecake y ha sido un éxito! Toda una delicia! Pero tengo una pregunta… ¿Por qué anacardos? Me refiero a si se podría hacer con cualquier otro fruto seco como cacahuetes, almendras…
Muchas gracias y un saludo!
Hola Susana!
Prefiero usar anacardos porque la textura es mucho más cremosa y el sabor más neutro. También se puede hacer con otros frutos secos, pero por ejemplo con almendras tiende a quedar con una textura ligeramente arenosa, con cacahuetes es un poco complicado, no sólo porque dan muchísimo sabor, sino porque es difícil hacerlos crema sin que se hagan mantequilla (por la cantidad de grasas que contienen), con las nueces y avellanas pasa algo parecido, aportan muchísimo sabor (que si te gusta, pues está bien) pero es difícil que queden cremosas, enseguida se hacen pasta. Con lo que no queda nada mal es con nueces macadamia, se pueden remojar bien y después la textura está entre anacardo y almendra, sin que lleguen a hacerse pasta.
Un abrazo y gracias por probar la receta, me alegro de que te gustara! ^__^
Hola,
¿Se podría hacer el gel con semillas de chía?
Gracias.
Hola Constan!
Gel sí, merengue no lo sé. Si tienes semillas de chía haz la prueba :)
Un saludo!
Gracias :)
que es el anacardo? soy de Argentina :)
Son castañas de Cajú, las que tienen forma de “riñón”,pequeñas y color dorado.
genius! :)
Hola,me podrias decir (tu o alguien que lo utilice) los tiempos para hacer el merengue de lino en thermomix si tienes una medio idea…….esque no tengo batidora de brazo ni montadora y con lo que cuesta el THX no me voy a comprar otro aparato para solo una función,que además realiza este normalmente
Si no sabes pues iré probando a ver como sale,tengo las semillas y con lo que cuestan me dan para bastante “error-ensayo” pero si alguien lo sabe pues mucho mejor
Una pinta fantástica la receta,a ver si consigo hacerla ;)
Hola Alba!
Pues ni idea para thermomix, piensa que primero hay que cocer las semillas de lino y después montarlo, si tiene algún programa de cocción similar y otro para montar claras, ya estaría hecho ;)
Un abrazo!
siiii,THX bate,calienta,monta,pica,emulsiona……por eso decía que la función estaba
Probaré a ver si se puede hacer de alguna forma y si sale algo decente ya os cuento :)
Hola buenas noches. Disculpame que moleste de nuevo,pero escribo porque hice un comentario sobre esta receta,pero no recuerdo si al final lo envie o no. Si ya lo hice disculpame y espero me puedas responder y de lo contrario lo hare nuevamente. Saludos!
Hola Daian!
No hay comentarios tuyos en esta entrada, cuéntame :)
Ah entonces no lo envió ja. La cuestión es que hice el gel de lino,pero con lino marron. El gel me salio,pero no el merengue. Nose cuál fue el problema,ya que segui los pasos de la receta. Lo que me quedo es como un merengue demasiado liquido,y eso que lo bati el tiempo estimado en la receta,pero nunca se endurecio. Porque será que pudo haber pasado?
Hola Daian!
El merengue no se endurece, se queda hecho una espuma muy densa, para ello hay que batirlo suficiente tiempo a velocidad alta, sobre un recipiente con hielos para evitar que se caliente la mezcla, y tarda unos 10 minutos, aunque puede depender de tu batidora, por ejemplo.
También puede que tu gel tuviese demasiada agua.
Un saludo!
Hola buenas noches. Te escribo nuevamente porque no se si se envío el msj respondiendo a tu respuesta je. Es raro,xq segui los pasos de la receta (salvo el tipo de semilla de lino,que consegui la marron). El gel creo q estaba bien de agua,osea le eche lo que indica la receta. Y lo bati bastante tambien. Y no quedo una espuma densa,sino mas bien una espuma liquida.Pero bueno intentaré hacerlo nuevamente! Y otra cosa..esa espuma que te tiene que quedar,sirve para montarla directamente a una torta o bizcochuelo? En caso de que la respuesta sea no,se le podrá hechar un gelificante o algo parecido para que quede un merengue mas “duro”?
Es posible que le faltase tiempo de batido, de todas formas si quieres un merengue consistente hazlo con proteína de soja, como comento en la receta más abajo.
Un saludo!
Hola! Antes de nada mis felicitaciones por tu trabajo. Desde luego tu página es un referente en cuanto a cocina vegana se refiere.
Las explicaciones detalladas, las fotos, las presentaciones, los tutoriales, … un trabajo impresionante!
Hace ya tiempo que sigo tus recetas y estoy aprendiendo muchísimo sobre cocina (o química mejor dicho jeje). Además de que sirve para mostrar lo rica y variada que llega a ser la cocina vegana, muchos aun piensan que sólo comemos ensaladas!
Tengo la siguiente pregunta:
Estoy intentando veganizar una receta de un bizcocho en la que usan 5 huevos.
En este caso separan las claras y las montan, se supone que el bizcocho tiene que quedar muy esponjoso y crecer mucho.
Tú nos indicas que el gel es para sustituir hasta 3 huevos, podría usar el merengue de lino para las 5 claras? Si no es así, qué podría utilizar y en qué proporción?
Muchas gracias y un saludo!
Hola Marta!
Habría que ver la receta, a veces no es necesario sustituir los huevos por otra cosa sino ajustar el resto de ingredientes para que el resultado final sea el mismo, y/o utilizando un batidor de varillas para conferir más aire a la masa.
En general quedan muy parecidos los bizcochos hechos con almidones montados o con proteína de soja montada en merengue (proteínas + agua + goma xantana… y unos 10 minutos batiendo, parecido al merengue de lino).
Ya te digo que habría que ver y analizar la receta para ver la función de cada ingrediente y cada proceso y crear otro lo más parecido posible.
Un abrazo!
La receta original lleva 5 huevos, 200g de calabaza, 250g de azúcar, 250g de harina, 50 de aceite y un sobre de levadura.
Sobre lo que comentas de proteína de soja, a qué “formato” te refieres?
Muchas gracias por tu respuesta!
*Disculpa, acabo de releer toda la receta y he visto la explicación de la proteína de soja y los macarons*
Eso te iba a comentar ^^U
Buenas,mirando por la web e visto tu blog y me interesa adquirir conocimientos veganos gracias por aportar tanta variedad ,saludos
Fastinante todo lo que haces!!
Me ha encantadi todo.
Felicidades por todooo
Gracias,y saludos,desde Buenos Aires!Muy detallado y didactico,tu trabajo.