Mi pan de desayuno
Me gusta mucho hacer panes caseros aunque no siempre tenga tiempo. Siempre que puedo saco una tarde para hacer este pan y tener un buen desayuno el resto de la semana. Es de mis favoritos para untar con patés vegetales y ponerle verduras a la plancha o lo que tenga por ahí, queda muy bien con todo gracias a su esponjosidad y sabor suave :)
Dificultad: media
Tiempo de preparación: 40 minutos + tiempos de reposo
Raciones: unas 12 rebanadas
Ingredientes:
♥ 300 g de premezcla para pan integral de trigo y centeno (ver más abajo)
♥ 100 g de harina de trigo normal
♥ 375 ml de agua templada (38-40ºC)
♥ 3 g de levadura de panadería en polvo o granulada (5 g si es fresca) [si tenéis dudas sobre qué levadura usar, leed este artículo] ♥ ¼ de cucharadita de azúcar moreno (opcional)
Para rellenar:
♥ 4-5 cucharadas de pipas de calabaza crudas y peladas
♥ 3-4 cucharadas de pipas de girasol crudas y peladas
♥ 3 cucharadas de quinoa inflada
Mezcla en un bol las harinas, azúcar y levadura. Añade el agua templada y mézclalo muy bien (si usas levadura fresca mézclala con el agua).
Amásalo 14-16 minutos a mano o 10-11 en amasadora (os recomiendo que uséis la amasadora si tenéis), hasta que se forme una masa homogénea, húmeda y elástica. Al principio la masa es extremadamente pegajosa y difícil de trabajar, por eso os recomiendo la amasadora. Puedes añadir una pizca más de harina si después de bastante rato la masa es excesivamente húmeda (no forma masa, se rompe, etc.)
Nota: Si no quieres amasarla, puedes mezclarlo todo bien hasta que quede homogéneo y dejarlo reposar en un lugar cálido hasta que triplique su volumen (o de un día para otro si hace frío) o colapse la parte superior. Sería con la misma técnica que para la focaccia con tomates secos, limón y orégano (échale un vistazo).
Tápalo con un trapito o film transparente y déjalo reposar en un lugar cálido hasta que doble su volumen. Puede tardar bastante si hace frío (4-6 horas), y poco si hace calor (30 minutos – 2 horas). Si lo puedes mantener a 24ºC lo tendrás listo en unos 45 minutos.
Cuando la masa haya leudado prepara un molde para pan forrándolo con papel para hornear. Puedes usar cualquier molde rectangular que tengas, pero a ser posible que sea alto y no muy largo. El que yo uso es de 20 cm de largo x 10 cm de ancho x 7,5 cm de fondo. Si el tuyo es un poquito más largo no pasa nada, el pan quedará bien, un poquito más bajo pero bien.
Espolvorea la superficie de trabajo con un poco de harina de trigo.
Espolvorea también sobre la masa.
Pasa la masa a la mesa y dale forma de bola.
Corta la bola en tres partes más o menos iguales y dales forma de bola a cada una. Aparta dos, iremos de una en una.
Estira la bolita de masa con el rodillo para darle forma alargada. Si lo prefieres puedes hacer primero un disco, doblar la parte superior e inferior hacia el centro para formar un rectángulo y después estirarlo con el rodillo. Procura que tenga un ancho de 6 cm o menos o no te cabrá en el molde. De largo 30 cm o más está bien, así nos aseguramos una distribución más homogénea de las pipas en las rebanadas.
Sobre esta masa estirada coloca las pipas y la quinoa inflada (1/3 de la cantidad indicada en los ingredientes, ya que vamos a hacer 3 rollos). Procura llegar a los bordes y aplastarlo un poquito con la palma de la mano para que no se nos caiga al enrollarlo.
Enrolla la masa para formar un cilindro rechoncho procurando que la masa vaya quedando tirante y prieta para evitar burbujas de aire.
Cierra bien los bordes y los extremos pinzando la masa con los dedos (como si fueras a cerrar una empanadilla más o menos) y coloca el cilindro en un lado del molde, con el “cierre” hacia abajo (que no se vea, que esté sobre la base del molde).
Haz lo mismo con las otras dos bolas de masa y tendremos nuestro pan casi listo.
Tápalo con film transparente o un trapito y deja que leude por segunda vez en un lugar cálido, hasta que casi haya doblado su volumen.
Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. En una rejilla o bandeja inferior que no nos moleste coloca una bandeja o molde para horno con agua muy caliente (pero no hirviendo). Con un par de dedos de agua en el recipiente es suficiente.
Cuando el pan haya crecido puedes pincelarlo con cuidado con un poco de agua templada y espolvorear con más pipas por encima antes de meterlo al horno.
Mételo al horno, a altura media, a 200ºC durante 18-20 minutos, hasta que veas que el pan ha crecido y se ha dorado, pero no dejes que se queme la corteza ni las pipas que le hayas puesto por encima.
Sácalo del horno y deja que se temple un poco. Saca el pan del molde y deja que se enfríe sobre una rejilla (o al menos que se temple lo suficiente como para poder comerlo :P). Te quedará un pan super tierno y esponjoso, como el pan de molde.
Si no vas a usarlo inmediatamente, mételo en una bolsa de papel o de plástico bien cerrada y guárdalo en la despensa o en una panera. Te durará tierno unos 4 días. Después se notará que no está tan tierno, pero puedes dorarlo un poco en la tostadora o a la sartén, que queda estupendo.
Y ya está, este es el pan que suelo hacer para cortar en rodajas y desayunar :)
La harina de centeno y trigo que he usado es un preparado que venden en el Lidl. Se supone que lleva un 2% de levadura + 2% de fermento, sin embargo el pan queda hecho un bloque si no añado levadura por mi cuenta. Puede que lleven tiempo almacenados estos paquetes y que la levadura esté muerta, o quizás son sólo los de uno o dos lotes, pero siempre tengo que añadir levadura. Si habéis probado estos preparados y no habéis visto problema, el pan leuda bien y crece, queda tierno, etc., no añadáis más levadura para esta receta.
Una de las mejores cosas de este pan es que queda super tierno, como el pan de molde o de sandwich comprado. Para que quede así es imprescindible una buena hidratación de la masa, por eso os aconsejo usar una amasadora. La masa tiene mucha agua y al principio puede ser un poco desesperante amasarla a mano porque es muy pegajosa, y dan ganas de añadir más harina. Hay que evitarlo en la medida de lo posible. Como comento en la receta, se puede añadir una pizca, lo justo para amasar los primeros minutos, o en el caso de que tu masa tenga demasiada agua o humedad y tras un buen amasado siga muy blanda, poco elástica y se rompa.
De todas formas después de leudar notaréis la masa más elástica pero menos pegajosa que antes, mucho más manejable. En caso de que no puedas amasarla hazla como digo al principio en el recuadro coloreado, con técnica sin amasado.
El sabor es realmente sensacional. Lejos de la imagen que solíamos tener de los panes integrales con textura y sabor a suela de zapato, en este pan se nota la presencia del centeno con un agradable aroma y sabor moderado a cereales tostados. Sólo con el olor ya es muy apetecible, desde luego.
Las pipas y la quinoa le dan un extra de sabor y textura, un poco más crujiente, con el gusto delicado de las semillas.
Se puede poner más cantidad de pipas y de quinoa, eso al gusto, o añadir otros ingredientes. Yo suelo variarlos usando lo que tenga por casa: almendras crudas laminadas, semillas de lino, semillas de sésamo, nueces (pícalas primero), avena en copos, mijo (tostado, cocido y enfriado), etc.
Suelo hacer este pan una vez a la semana, variando algún ingrediente, y así tengo para desayunar.
Lo corto en rebanadas no muy gruesas y le pongo lo que tenga, normalmente primero una capita de paté vegetal (en la foto, paté de berenjena asada con nueces y yogur de soja) y después algo que me apetezca, normalmente rodajitas de calabacín a la plancha, pero a veces hago una tortilla francesa vegana pequeña y la pongo encima con una pizca de nata vegetal líquida y sal kala namak; otras veces una salchichita vegana a la plancha, algún embutido vegano casero en lonchitas (si he tenido tiempo de hacerlo), algún queso vegano casero, trocitos de hojas de lechuga, brotes…
Una vez usado lo guardo dentro de una bolsa de papel y ésta en otra de plástico bien cerrada, y a la despensa. Me dura 4 días muy tierno, después se nota que no lo está tanto, así que lo hago a la plancha un par de minutos y queda crujiente por fuera y super tierno por dentro :)
Cosas que pueden pasar:
– Mi masa no crece
¿Has añadido la levadura de panadería? Recuerda: levadura de panadería, Saccharomyces cerevisiae (ante la duda, consulta este artículo). ¿Has añadido la cantidad indicada?
Si es levadura de panadería la que has usado, comprueba la fecha de caducidad, y si el sobre o el paquete estaba ya abierto, es posible que estuviese ya en mal estado. Puedes comprobarlo poniendo media cucharadita de levadura en medio vaso de agua templada. Si tras 15 minutos no salen ni burbujitas ni nada, tu levadura está muerta.
– Es imposible darle forma, la masa se desparrama
Tienes un exceso de agua y posiblemente una mala fermentación. ¿Ha crecido lo suficiente tu pan? ¿Pudiste amasarlo bien? Si había crecido bien y usaste la técnica sin amasado no pasa nada, añade harina poco a poco a la superficie de trabajo mientras lo amasas hasta que se pueda trabajar con ello (pero no te pases de harina!).
Si tiene esa textura y además manchas de color rosa o negro en la superficie, es posible que tu pan se haya puesto malo en el proceso (ha cogido hongos). Si es el caso, tira la masa y empieza de nuevo.
– Es imposible estirarlo, la masa vuelve a su forma
Te has pasado añadiendo harina durante el amasado o al sacar la masa. Después es posible que tu pan quede más duro de lo esperado.
– Por dentro la miga está gomosa y chiclosa
Puede pasar si usas poca agua (tienes que añadir más agua si usas harina integral, que es este caso) y una insuficiente cocción (necesita unos minutos más).
– El interior está muy húmedo, chicloso y deshecho.
La masa está poco horneada. Si pusiste bien la temperatura, es hora de comprobar el horno. Hazte con un termómetro para horno y prueba si en efecto está calentando a la temperatura que indica.
También puede ser que lo hayas sacado demasiado pronto del horno, o no hayas añadido suficiente harina a la masa (aunque te quedaría una cosa muy difícil de dar forma, vamos, te habrías dado cuenta antes).
– La corteza me ha quedado dura y no tierna
Se ha dorado demasiado, bien por excesivo tiempo de horneado, porque no has colocado la bandeja con agua caliente o porque has colocado el pan más arriba del centro y la corteza estaba muy cerca del punto de calor superior del horno. Procura que tu pan quede en el centro del horno, vigila la cocción (ponte una alarma de cocina o una alarma en el móvil o en el despertador) y que no se te olvide poner una bandeja con agua caliente para asegurar una cocción en un ambiente más húmedo.
– La corteza no se dora
¿Has precalentado el horno? ¿A la temperatura correcta? ¿Has metido el recipiente con agua bien caliente? ¿Has puesto calor tanto por arriba como por abajo? Estas cosas son imprescindibles para que nos quede la corteza doradita y crujiente. También es imprescindible que no abramos el horno para comprobar si el pan está hecho (ni por ninguna otra razón). Míralo desde fuera y mantenlo en el horno 18-20 minutos antes de abrir la puerta. Comprueba también que tu horno calienta a la temperatura que has puesto y que cierra bien, que no tiene fugas de calor por ninguna parte. Muchos hornos tienen una goma que encaja con la puerta, de forma que quede bien cerrado. Mira que la goma no esté degradada o rota (si lo está puedes comprar una nueva en la ferretería).
– Se tuesta muy rápido por arriba pero por debajo la masa está medio hecha o deshecha.
Pon la bandeja de horno en el centro del horno, vamos, a altura media, con calor tanto arriba como abajo. Si ponemos sólo calor arriba, es por donde más calor recibirá y primero se tostará. Si pones calor sólo por abajo pasa a la inversa.
– La corteza está bien, pero la miga muy seca.
Te has pasado de cocción o de temperatura, o bien te pasaste de harina al hacer la masa.
– Las pipas aparecen en burbujas de aire o en mazacotes en un lado del pan
Esto sucede cuando no hemos estirado lo suficiente la masa, sumado a que no hemos repartido bien las semillas, no las hemos presionado contra la masa y al enrollarla no hemos procurado que quede un poquito tirante, así que se forman bolsas de aire entre capa y capa, que es donde están las pipas. También, si hacemos el rectángulo de masa muy corto, tendremos una espiral de pipas en el centro en lugar de una distribución un poco más homogénea.
– El pan está tieso y crujiente por dentro y por fuera
Te has pasado de tiempo de cocción y/o temperatura. Comprueba tu horno y pon un temporizador o una alarma para que no se tire el pan cociendo más tiempo de lo normal. También puede pasar si al darle forma añades mucha harina para que no se te pegue a los dedos.
– Hay trozos de harina seca por dentro
Que no haya que amasarlo no significa que no haya que mezclar bien los ingredientes. Remueve bien la masa y que no queden bolitas de harina.
Mi pan de desayuno
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- 300 g de premezcla para pan integral de trigo y centeno ver más abajo
- 100 g de harina de trigo normal
- 375 ml de agua templada 38-40ºC
- 3 g de levadura de panadería en polvo o granulada 5 g si es fresca
- ¼ de cucharadita de azúcar moreno opcional
- Para rellenar:
- 4-5 cucharadas de pipas de calabaza crudas y peladas
- 3-4 cucharadas de pipas de girasol crudas y peladas
- 3 cucharadas de quinoa inflada
Instructions
- Mezcla en un bol las harinas, azúcar y levadura. Añade el agua templada y mézclalo muy bien (si usas levadura fresca mézclala con el agua).
- Amásalo 14-16 minutos a mano o 10-11 en amasadora (os recomiendo que uséis la amasadora si tenéis), hasta que se forme una masa homogénea, húmeda y elástica. Al principio la masa es extremadamente pegajosa y difícil de trabajar, por eso os recomiendo la amasadora. Puedes añadir una pizca más de harina si después de bastante rato la masa es excesivamente húmeda (no forma masa, se rompe, etc.)
- Tápalo con un trapito o film transparente y déjalo reposar en un lugar cálido hasta que doble su volumen.
- Cuando la masa haya leudado prepara un molde para pan forrándolo con papel para hornear. El que yo uso es de 20 cm de largo x 10 cm de ancho x 7,5 cm de fondo.
- Espolvorea la superficie de trabajo con un poco de harina de trigo.
- Espolvorea también sobre la masa.
- Pasa la masa a la mesa y dale forma de bola.
- Corta la bola en tres partes más o menos iguales y dales forma de bola a cada una.
- Estira la bola para darle forma alargada (unos 6 cm de ancho x 30 cm de largo).
- Espolvorea con las pipas y quinoa y aplástalos un poquito con la mano.
- Enrolla la masa procurando que quede tensa.
- Colócala en el molde y repite la operación con las otras dos bolas.
- Tápalo y deja que fermente hasta que casi duplique su volumen.
- Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. En una rejilla o bandeja inferior que no nos moleste coloca una bandeja o molde para horno con agua muy caliente (pero no hirviendo). Con un par de dedos de agua en el recipiente es suficiente.
- Cuando el pan haya crecido puedes pincelarlo con cuidado con un poco de agua templada y espolvorear con más pipas por encima antes de meterlo al horno.
- Mételo al horno, a altura media, a 200ºC durante 18-20 minutos, hasta que veas que el pan ha crecido y se ha dorado, pero no dejes que se queme la corteza ni las pipas que le hayas puesto por encima.
- Sácalo del horno y deja que se temple un poco. Saca el pan del molde y deja que se enfríe sobre una rejilla (o al menos que se temple lo suficiente como para poder comerlo :P). Te quedará un pan super tierno y esponjoso, como el pan de molde.
Muy buena receta. Pero en Argentina no es posible encontrar la premezcla. ¿Cómo podría sustituirla? Muchas gracias.
Hola Maximiliano!
Basta con mezclar mitad y mitad harina integral de trigo y harina integral de centeno y añadir 1 cucharadita de levadura de panadería en polvo.
Un saludo!
Muchísimas graciassss. Ya lo haré y te contaré cómo me ha quedado. ¡Saludos! =)
Hola! El pan tiene una pinta genial. Yo tampoco puedo acceder a la premezcla de harinas, y quería saber si alguien había hecho el cambio que indicas con éxito, ya que últimamente en los intentos de hacer pan que llevan menos gluten, estos acaban sin crecer.
Hola María Jesus!
Yo misma he probado a hacerlo, es mitad de cada y 1 cucharadita extra de levadura. Siempre que lo amasemos bien, lo dejemos leudar, etc., quedará estupendo ;)
Un abrazo!