Patatas asadas al tomillo y romero
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: ~1 hora
Raciones: para 2-4 personas
Ingredientes:
♥ 850 g de patatas pequeñas o para guarnición
♥ 5-6 ramitas de romero fresco
♥ 10-12 ramitas de tomillo fresco
♥ 4 cucharadas de aceite de oliva
♥ 1 cucharadita de sal
Precalienta el horno a 210ºC.
Lava las patatas sin pelar bajo el grifo, con un cepillito suave, para quitar todo resto de tierra que pudiesen tener.
Córtalas por la mitad o en cuartos si son medianas (si son normales o grandes, córtalas en trozos pequeños). Ponlas en una bandeja para horno y rocíalas con el aceite de oliva, dejándolo caer desde una cuchara, o con un pulverizador o atomizador de aceites.
Espolvorea con la sal y coloca el romero y el tomillo por toda la superficie de las patatas. Si tus ramitas son grandes o medianas, puedes cortarlas por la mitad.
Mete las patatas al horno, a altura media, a 210ºC con calor por arriba y por abajo, aproximadamente 45 minutos. Vigílalas para que no se quemen. A mitad de la cocción se pueden remover con una cuchara de madera. Cuando lleven 40 minutos pincha alguna patata con un tenedor para comprobar si están hechas. Debería faltarles poquito (5-10 minutos), pero si ves que ya están tiernas, sácalas.
Sírvelas calientes como plato principal o como acompañamiento. También las puedes guardar en la nevera, una vez se hayan enfriado, para usarlas en guisos y estofados.
Esta es otra receta muy, pero que muy sencilla, para la que no hace falta conocer ninguna técnica y que prácticamente siempre sale bien. Además son poquitos ingredientes y muy baratos. Lo único complicado sería el tomillo y romero fresco, que si no lo encuentras ni lo tienes plantado en casa, tendrás que sustituir por tomillo y romero de botecitos. No pasa nada, se puede hacer así perfectamente. Lo que sí recomiendo es que si usáis las especias de bote, las dejéis dentro el aceite que vais a usar durante un par de días antes de hacer la receta. Así será mucho más aromático. Lo suyo es que estén por lo menos 15 días, pero bueno, con que lo dejéis 2 días, al abrir el tupper o botecillo con el aceite, notaréis el cambio de aroma. Guardadlo en un lugar fresco y seco lejos de la luz del sol, bien cerrado.
Los aromas del tomillo y el romero quedan muy bien con las patatas y son hierbas aromáticas que se usan mucho en asados por las propiedades de sus compuestos aromáticos, que soportan bien el calor y son liposolubles (tienes más info sobre las especias aquí).
Las patatas que he usado son muy pequeñitas (~5cm de largo), en algunas verdulerías las venden como patatas de guarnición, y en otras no especifica nada, simplemente fui cogiendo las patatas a granel más pequeñitas que había (suelen estar por el fondo del cajón en el que ponen las patatas). Si no encuentras patatas pequeñas, usa las que tengas. Córtalas en trozos pequeños y ya está.
Les dejo la piel por varios motivos. El primero es que me gusta, cuando sacas las patatas del horno me recuerdan más a las patatas asadas en las ascuas de la estufa de leña. También porque la piel mantiene muy bien los jugos dentro de la patata. Lo suyo, entonces, sería no cortarlas, pero si queremos que se impregnen con el sabor del romero y el tomillo es preferible hacerlo. Aunque las caras de patata cortada estén en contacto directo con el calor del horno, en seguida se les forma una fina capa seca que previene que se sigan secando. No tanto como la piel, pero nos sirve. Además, la piel de las patatas no se adhiere tan fácilmente a la bandeja o fuente para horno. Puedes entretenerte colocando las patatas con la parte de la piel hacia abajo si quieres que se peguen menos aún, pero es un problema que se subsana removiéndolas en mitad de la cocción. También utilizando bandejas antiadherentes y un poco más de aceite.
La sal, si lo prefieres, la puedes añadir al final o al momento de servir. Y puedes añadir también ajos picados y pimienta negra.
Lo bueno de usar estas patatas como guarnición es que no tienes que esperar a que se cuezan porque ya están hechas. Si las quieres poner en un caldo o en un guiso, hazlo 2-3 minutos antes de que esté listo, para que absorban más sabores.
Se pueden congelar (cuando se enfríen) en bolsas de plástico aptas para congelación, te durarán alrededor de 6 meses.
Algo facilito y muy rico para este fin de semana, a ver si os animáis ;)