Pan redondo estilo marroquí

Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 25 minutos + tiempos de reposo
Raciones: para 2 personas
Ingredientes:

♥ 100 ml de agua
♥ 20 ml de leche de soja
♥ 1 cucharada de aceite de oliva
♥ 1 cucharadita y 1/2 de levadura de panadería instantánea (granulada, de la que viene en sobrecitos)
♥ 3/4 de taza de harina de fuerza (aprox.) y un poco más para amasar
♥ 1/4 de cucharadita de sal
♥ 1/8 de cucharadita de azúcar
♥ 2 cucharadas de semolina de maíz (o polenta fina)

Mezcla la harina con la levadura, la sal y el azúcar y ve agregando poco a poco primero la leche de soja, después el aceite y el agua, removiendo bien para conseguir una masa homogénea, húmeda, elástica y ligeramente pegajosa. Haz una bola y ponla en un bol cubierta con un trapo de cocina. Déjala reposar en un lugar cálido (no la pongas al sol ni en el horno encendido) hasta que doble su tamaño (en mi caso casi 1 hora).

Espolvorea la superficie de trabajo con harina de trigo y echa la bola de masa sobre ella. Amásala 3-4 minutos, añadiendo pequeñas cantidades de harina si fuese necesario para que no se te pegue demasiado en las manos, pero sin pasarnos, que si no la masa se nos quedará dura. Tiene que seguir siendo suave y elástica.
Espolvorea ahora con la sémola, tanto en la mesa como sobre la masa, y estírala con un rodillo, salpicando la superficie con sémola por donde veas que se te pega al rodillo. Dale la vuelta y estírala por el otro lado haciendo lo mismo, espolvoreando con sémola por donde veas que aún se pega. El círculo de masa ha de tener un grosor aproximado de 8-10 mm y su diámetro ha de aproximarse al de la sartén que vayas a utilizar (si lo vas a hacer al horno lee las instrucciones más abajo).
Pon a fuego lento-medio una sartén de 24-26 cm de diámetro preferiblemente antiadherente. Coloca la masa en la sartén, bien centrada, tápalo y déjalo cocer 13-15 minutos a fuego bajo-medio (más medio que bajo, si tus fuegos tienen regulador del 1 al 10 sería al 3 o 3.5). Comprueba que la parte de abajo se ha dorado y que la parte de arriba ha formado burbujas. Dale la vuelta con ayuda de una espumadera o paleta grande y déjalo cocer otros 5-6 minutos, también tapado. Comprueba que se ha tostado ligeramente por debajo y sácalo a una rejilla para que se enfríe un poco antes de servirlo.

Si lo vas a hacer al horno:
Antes de amasarlo (después de haber dejado la masa reposar) precalienta el horno a 190ºC (calor por arriba y por abajo).
Amásalo como he explicado antes, también con la sémola, pero colócalo en un molde para pizza, preferiblemente de rejilla, en lugar de en la sartén. Mételo al horno colocando el molde sobre la rejilla del horno a altura media (no lo pongas sobre una bandeja de horno) y déjalo cocer 16-20 minutos, hasta que veas que la masa ha crecido y se ha dorado ligeramente. Sácalo a una rejilla para que se enfríe.
Para facilitar la cocción en ambos casos (sartén u horno) puedes hacer un agujerito en el centro de la masa.

Pues este es el pan que acompaña al dip de espinacas y que hace que esté aún más bueno :D
La verdad es que no he mirado ninguna receta para este pan, lo hago de vez en cuando, a ojo, lo más parecido posible al pan que compro en una tienda árabe, que es mucho más grande que este, también planito, con sémola, que en casa nos gusta mucho. El original no lleva leche de soja en la masa, a mí me gusta ponerle alguna leche vegetal para que la miga esté más húmeda, pero vamos, que lo podéis hacer sólo con agua. Unas veces, también, lo hago con levadura fresca, y otras con levadura seca, depende del tiempo que tenga para prepararlo. Y si no tengo tiempo, paso de la levadura y del reposo y lo convierto en chapatis.
En verano hago más cosas a la sartén porque me da mucha pereza encender el horno y que la cocina se convierta en una sauna, así que no os extrañéis por las recetas que tengo para hacer indistintamente en sartén o en horno, como alguna que otra pizza y bizcocho.

La sémola es imprescindible para que sepa a este pan y no a cualquier otro pan plano. Además de servir para que no se pegue ni al rodillo ni a la mesa ni a la sartén, al tostarse nos deja nuevos aromas que lo hacen más apetecible aún, como a frutos secos tostados, pero muy suave. También le añade un extra crujiente muy interesante.

Pues eso, sencillito, para cuando tengáis un rato para dejarlo reposar, que tampoco tiene mucho trabajo esta receta, salvo vigilar que no se os queme ;)