Escalivada
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 90 minutos
Raciones: para 4-6 personas
Ingredientes:
♥ 4 tomates
♥ 3 pimientos rojos (lamuyos) grandes
♥ 2 berenjenas grandes
♥ 1 cebolla
♥ 2-3 cucharadas de aceite de oliva
♥ 1 diente de ajo
♥ perejil
♥ sal
Precalienta el horno a 190-200ºC.
Lava bien las verduras y córtalas por la mitad (el diente de ajo no, lo reservamos para la presentación del plato).
Pincha con un tenedor las berenjenas.
Coloca las verduras en una bandeja de horno grande y rocíalas ligeramente con aceite de oliva, preferiblemente con un pulverizador, pero también sirve extenderlo con la mano. Esto ayudará, además de a que se doren, a que las pieles se desprendan mucho más fácilmente.
Mételo al horno 45-50 minutos, vigilando que todos los ingredientes estén tiernos y bien cocidos. Sácalo del horno y déjalo enfriar.
Cuando se haya templado lo suficiente como para poder trabajar las verduras con las manos, empieza quitando las pieles de los pimientos y los tomates.
Con ayuda de un cuchillo retira la piel de las berenjenas.
Córtalo todo en tiras y ve colocándolo en una fuente para servir, intercalando tiras de pimiento, tomate, cebolla y berenjena, y añadiendo pizcas de sal en cada capa que pongas, hasta terminar con todas las verduras.
Pica el diente de ajo y el perejil y utilízalos para sazonar antes de servir.
Se puede tomar frío, templado o caliente, muchas veces se acompaña de pan o se utiliza como acompañamiento de otros platos. En mi caso lo he acompañado de los panecillos que véis en la foto, que he hecho con masa de pizza (levadura de panadería, una pizca de sal, aceite y harina de trigo), pero dorándolos a la sartén en lugar de al horno.
Igual os parece una exageración que haya puesto 90 minutos de tiempo de preparación, pero entre preparar las verduras, hacerlas al horno, dejar que se enfríen, pelarlas y cortarlas, se te pasa el tiempo rapidísimo. Eso sí, te sale escalivada en buena cantidad, la puedes guardar en la nevera (en un tupper cerrado) un par de días, o en el congelador (un par de meses).
Una de las mejores cosas de este plato es que suelta muchísimo jugo y es un vicio mojar pan en él. Puedes ponerle un chorrito de aceite de oliva de sabor suave, o aromatizado con romero, pero si es por sabor no te hace falta. Tampoco especias, pero si quieres puedes probar con algunas que no sean muy fuertes (albahaca y orégano, por ejemplo). Lo del aceite antes de meterlo al horno es para que luego se pelen bien las verduras (la piel sale sola), aunque también lo puedes hacer sin el aceite, y cuando saques las verduras las metes en una bolsa de congelación, dejas que se enfríen y sudarán bastante, haciendo también muy sencilla la retirada de las pielecillas.
Este plato te sirve para acompañar arroces, tofu, seitán o legumbres. Lo puedes poner en una pizza, como relleno de empanadas y calzone, o como sofrito para otros platos. La verdad es que se puede aprovechar para muchas cosas, pero como mejor está es tal cual ;)