Cocer la pasta
El método más usado para hacer pasta es la cocción, al menos para ablandarla, puesto que muchas veces se fríe, saltea u hornea tras ello. Cuando cueces pasta es importante usar la cantidad suficiente de agua, aproximadamente 1 litro de agua por cada 100 gramos de pasta. Si usas más agua, mejor, porque así es más fácil mantener la temperatura constante durante la cocción. La mayoría de las pastas se cuecen igual, así que diré un método “universal” para cocer pasta:
Tabla de contenidos
Método universal para cocer 100 gramos de pasta seca
Necesitarás:
- Una cacerola con capacidad de 2 litros en adelante.
- Un escurridor para pasta, sirve de metal o de plástico.
- Una cuchara de madera para remover.
- Un tenedor o cuchara para probar la pasta.
- Tenedor o accesorio para sacar la pasta del escurridor al plato.
- Plato o platos. Mejor hondo.
- Pasta para cocinar. Elige algo común para empezar, como espaguetis o macarrones
- Sal. Normal o yodada, como quieras. Mejor sal fina que gorda o en roca.
- Agua. Sirve del grifo.
- Alguna salsa que hayas preparado o comprado, como pesto vegetariano, nata de soja o avena, tomate, etc.
- Alguna verdura para acompañar, sobre todo si no usas salsa. Un poco de brócoli, setas, champiñones o calabacín a la plancha o salteado por ejemplo.Especias si quieres. El orégano y la albahaca son los más comunes. También puedes ponerle pimienta negra.
Instrucciones:
- Pon como mínimo 1 litro de agua en una cacerola grande. Yo suelo poner 2 litros y la hago en una cacerola mediana. Si echas 1 litro de agua en una cacerola muy grande no llegará ni a cubrir la pasta, así que puedes medir la cantidad de agua según el alto de la cacerola. Que se llene al menos a las 3/4 partes de su capacidad.
* Ten en cuenta que la pasta cuando se cuece, crece, así que no uses una olla o cacerola muy pequeña. - Enciende el fuego al máximo y deja que hierva el agua. Usa un quemador, fuego o vitrocerámica del tamaño del fondo de la cacerola. Ponerla en uno mucho más grande no va a hacer que el agua hierva antes.
- Echa 1/2 cucharadita de sal al agua según comience a hervir. Si echas la sal muy tarde puede que no le dé tiempo a disolverse bien en el agua. La sal potencia el sabor de la pasta y ayuda a mantener su forma.
- Deja pasar unos segundos y añade la pasta. Remueve inmediatamente para que no se pegue entre sí.
* Cuando añades la pasta el agua puede enfriarse ligeramente, así que mantén el hervor a fuego máximo hasta que rompa a hervir con fuerza de nuevo. - Baja el fuego al medio-alto. No lo dejes al mínimo. Es mejor que se cueza con el fuego bastante alto para que siga hirviendo (pero sin que se salga el agua)
* Si echas la pasta antes de que hierva bien, o la cueces a una temperatura que no mantenga el hervor, la pasta absorberá demasiada agua y se quedará blanda.
* No cubras la cacerola una vez echada la pasta, pero si lo haces baja el fuego para que siga hirviendo pero no se salga el agua. Quita la tapa de vez en cuando para remover para que no se pegue la pasta. Cocinar la pasta con la tapa puesta no acelera la cocción. - Vigila la pasta y comprueba el punto de cocción un par de veces. Lee el envase para ver cuánto tiempo recomiendan para que quede “al dente”.
Los minutos que indican son los que deben pasar desde que echas la pasta al agua hirviendo hasta que la retiras al escurridor.
* Si cuando pruebes la pasta aún no está hecha, pruébala cada 30 segundos para evitar que se pase. Ayúdate con un tenedor o cuchara. Saca una pieza del agua, sopla para no quemarte y pruébala.
* La pasta debe cocinarse “al dente“, que significa que la pasta debe estar tierna pero con un puntito firme. No dejes que la pasta se ponga demasiado blanda. El tiempo que tarda en quedar “al dente” depende de los ingredientes de la pasta, de su forma y su grosor.
* Ten el colador a mano en el fregadero para sacar la pasta antes de que ésta termine de cocerse. - Cuando la pasta esté hecha, quítala del fuego inmediatamente (apaga el fuego y usa un par de trapos si fuese necesario para coger las asas de la cacerola).
* Si vas a usar una salsa que es muy espesa y quieres hacerla más ligera, aparta en un vaso, con la ayuda de un cazo, una parte del agua de la cocción.
* Saca la pasta lo más rápido posible (ten cuidado de no salpicarte, es agua hirviendo) porque seguirá cociéndose en el agua caliente. Agita ligeramente el escurridor para pasta pero no la dejes escurrir y secar completamente. Así no se pegará entre sí y mantendrá mejor su forma. - Sirve la pasta inmediatamente y vierte la salsa que tengas preparada o las verduras. Si quieres que se mantenga caliente, mete los platos en el horno (si son aptos) 5 minutos a 180ºC o en el microondas 1 minuto a máxima potencia antes de servir la pasta en ellos.
* Condimenta la pasta a tu gusto, con especias o con aceite de oliva por ejemplo, y consúmela cuanto antes.
* Si te ha sobrado pasta, guárdala para otro momento.
Variaciones:
1. Poner aceite en el agua
Generalmente se hace con las pastas largas y planas como la lasaña porque tienden a pegarse. Añade un poco de aceite al agua de cocción o de reposo y echa las placas una a una. No es bueno abusar de este método porque puede evitar que la pasta coja todo el sabor de la salsa con la que la acompañemos.
2. Pastas largas
Las pastas largas como espaguetis y linguine seguramente no te cabrán enteras tal cual en la cacerola, por lo que tendrás que ir forzándolas con una espumadera para que se sumerjan en el agua lo antes posible. No partas los espaguetis a menos que los quieras así de cortos.
Remueve la pasta durante un par de minutos desde que esté toda sumergida para evitar que se pegue.
3. Pastas rellenas
Las pastas rellenas, como los ravioli, deben echarse al agua con cuidado para que no se abran ni se rompan. Mejor ir echándolos de dos en dos pero rápido, para que se hagan todos a la vez.
Para que no se apegotone la pasta ni se pegue, remuévela de vez en cuando y usa mucha agua. Remueve por el fondo, no sea que se pegue a la cacerola.
Cuando la saques, es mejor sacarla con una espumadera y colocarla sobre el escurridor que dejarla caer, así evitamos que se rompa o se abra.
No agites la pasta para escurrirla del todo porque los almidones harán que la pasta se pegue y se enfríe antes.
Sirve la pasta en un plato calentado.
Si no sirves la pasta inmediatamente empezará a pegarse y a ser difícil de separar.
4. Pastas frescas y pastas caseras
Se cuecen mucho más rápido, de hecho algunos tipos de pasta fresca sólo tardan 30 segundos. Hay que mirar siempre las instrucciones del paquete.
Es importante tener el colador preparado y la salsa a mano antes de sacar la pasta, así como los platos dispuestos para servirlos.
5. Lasagnas y canelones
Estas pastas, además de la cocción, suelen volver a cocinarse con otros ingredientes que también tienen bastante hidratación, por lo que es conveniente que queden un poco más enteras que “al dente”. Seguirán haciéndose con la salsa y los demás ingredientes al horno. Es mejor cocer estas pastas 3/4 del tiempo sugerido. Si es pasta para ensalada, es mejor que quede al dente que pasada. Ten en cuenta que para ensalada, se hidratará más aún con el aliño que le pongamos, así que puede quedar blanda.
Para una pasta más ligera
– Prepara tus platos con verduras y especias ligeras en lugar de salsas muy cremosas.
– Siempre que puedas utiliza quesos veganos ligeros y con sabores no muy fuertes, tipo mozarella.
– Cuando hagas salsas que requieran margarina o mantequilla, reemplázala por aceite de oliva.
– Cuando hagas salsas a base de nata de soja o avena, puedes sustituirla por leche de soja para que queden más ligeras.
– Reduce la cantidad de soja texturizada en beneficio de verduras como el brócoli o el calabacín.
Consejos para la cocción:
– Cuando cocines pasta fresca, vigílala constantemente y pruébala de vez en cuando para ver si está hecha, porque se hace muy rápidamente.
– Para evitar que la pasta se pegue, usa mucha agua en la cocción y remueve la pasta mientras se cuece.
– Para que no se te pase la pasta y se quede blanda, no la dejes en el agua más tiempo del necesario, échala sólo cuando el agua esté hirviendo y sácala cuando esté al dente.
– Pon un poco de sal al agua de cocción para que la pasta quede firme y realce su sabor.
– Añade una cucharada de aceite al agua cuando hagas lasaña y pastas largas, que tienden a pegarse cuando se enfrían.
– Cocina la pasta en el momento de consumirla. Debe servirse según se termina de cocinar porque se enfría muy rápido. Sirve la pasta en un plato calentado al horno o microondas para mantenerla.
– Para mantener caliente una fuente para servir pasta, pon el colador para pasta sobre ella, cuela la pasta y deja que la fuente se llene de agua hirviendo. Vacía la fuente y sirve la pasta en ella.
– Cuando cocines pasta fresca o casera, ten a mano todo lo que vayas a necesitar para servirla, desde el colador hasta la salsa, y los platos preparados, que se enfría muy rápido.
– Para que el agua hierva más rápidamente ponle una tapadera a la cacerola, pero quítala cuando eches la pasta.
– Puedes usar la pasta para lasaña que no necesita cocción, así ahorras tiempo. Consulta las instrucciones en los paquetes.
– Para que el agua de la pasta no se te salga por la cocina, puedes colocar una espumadera o cuchara de madera sobre la cacerola mientras se cuece la pasta.
– Cuando vayas a agregar la salsa, si ésta está seca añade unas cucharadas del agua de cocción de la pasta.
– No te preocupes si haces demasiada pasta y te sobra, guárdala en la nevera y úsala en ensaladas, guisos o sopas. Se puede volver a calentar también para comerla sola o con salsa.
– Si vas a mezclar tipos de pasta, que sean de tamaño y forma parecidas para que se cocinen a la vez y lleguen a su justo punto al mismo tiempo.
Consejos en general:
– No escurras la pasta, agítala ligeramente y sírvela.
– Puedes lavarla si se ha pegado un poco, pero hazlo con el mismo agua de la cocción o con agua corriente suave (no abras el grifo al tope)
– Trata con cuidado la pasta rellena, es fácil que se abra y se rompa.
– Sirve la pasta inmediatamente, no la dejes en la cacerola ni en el escurridor. Prepara los platos mientras se cocina.
– Si vas a servir la pasta sola, añádele una cucharada de aceite de oliva y remuévela para que no se pegue.
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Invítame a un café y podré seguir haciendo contenidos así de útiles :)
Me encanto su información mejor explicado imposible. Muy bien y gracias!!!
16 años. Gracias por compartir esta clase de informacion básica, me sacan de apuros :3
Qué lindo! Me ayudó demasiado yo que nunca he cocinado mucho :)
la indicacion de “fuego máximo” no repara en el tamaño de la olla y la hornalla. Podría bastar un fuego menor al máximo si al ponerlo en maximo la llama rebalsara de la base de la olla?
Hola Gabriel!
Al principio del artículo lo tienes explicado:
Un saludo!