Bucatini con cintas de espárragos
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 15 minutos
Raciones: para 2 personas
Ingredientes:
♥ 200 g de bucatini nº9
♥ 4 espárragos verdes de calibre medio o grueso
♥ 1/2 de cucharadita de sal
♥ 2 cucharadas y 1/2 de aceite de oliva virgen extra
Para la salsa (opcional):
♥ 100 ml de nata de soja para cocinar
♥ 1 cucharadita de queso vegano tipo parmesano en polvo
♥ 1 cucharadita de albahaca picada
♥ 1 cucharadita de perejil picado
Pon a hervir 2 litros de agua a fuego fuerte en una cacerola alta. Cuando empiece a hervir añade la sal y la pasta, ponlo a fuego medio y cuécela según las instrucciones del paquete (en mi caso 8 minutos de cocción para que quede al dente).
Lava los espárragos y corta y desecha la parte dura del tallo. Ponlos sobre una superficie lisa y con un pelador de verduras córtalos en tiras, uno a uno, del tallo hacia las puntas.
Saltea las cintas de espárragos en una sartén antiadherente con 1/2 cucharada de aceite de oliva y una pizca de sal a fuego fuerte durante 1 minuto, lo justo para que queden tiernas, y resérvalas.
Saca la pasta cuando esté al dente escurriéndola pero sin agitarla ni secarla completamente. Ponla en los platos, mézclala ligeramente con el aceite de oliva y las cintas de espárragos y sírvelo inmediatamente.
Para acompañar he hecho una salsa de nata de soja (es opcional, claro) que únicamente consiste en mezclar bien los ingredientes, tal cual en frío, y verter sobre la pasta. Puedes calentarla medio minuto en el microondas si quieres.
La pasta bucatini es como los espaguetis pero mucho más gruesos y con agujero para facilitar la cocción. Como cualquier otra pasta, se seca rápidamente si la escurrimos y agitamos, así que mejor sólo sácala a un escurridor y ponla en los platos con un cucharón para pasta. Vigila también no cocer la pasta demasiado porque se puede romper o adquirir una textura demasiado blanda. Puedes consultar el método para cocer pasta.
Por supuesto puedes usar cualquier pasta seca que tengas, espaguetis, espirales, macarrones, etc.
Para este plato es importante elegir un aceite de oliva que sea bien aromático y que os guste. En cualquier supermercado tienen aceites de las variedades hojiblanca, arbequina y picual, que tienen sabores y aromas más intensos que además acentuarán el sabor de la pasta. El que yo he usado es un aceite de oliva virgen extra de Cogollos Vega (Granada), regalazo de mi queridísima @margarinalight, hecho con picual, hojiblanca y loaime (una variedad granadina). En el aroma se nota mucho la presencia de hojiblanca y deja una ligera sensación pungente muy agradable al probarlo solo (con un trocito de pan). Lo guardo como oro en paño y lo uso muy poco porque su sabor es para disfrutarlo de verdad. Cuando tengáis aceites de oliva buenos buenos evitad utilizarlos a altas temperaturas (más de 100ºC), pierden mucho aroma y sabor (puedes leer más sobre los aceites y el punto de humo aquí).
Los espárragos se cortan en cintas muy bien con un pelador de verduras, manteniéndolos firmes y sujetos sobre una superficie plana (una tabla de cortar que no esté doblada o abombada o la encimera bien limpia), y las cintas se hacen en 1 minuto o menos. Lógicamente, para que nos salgan bien necesitaremos unos espárragos con un calibre medio o grueso, ya que de los finos y muy finos poco vamos a poder sacar. Lo ideal es que tengan un grosor mayor a 5 mm de diámetro y que sean bien frescos. Lo mismo puedes hacer con espárragos blancos y cualquier otra verdura similar, como la berenjena larga (las tiras necesitan reposar con sal para que suelten el líquido amargo) o el calabacín.
Hoy os dejo con la foto que le saqué a uno de los últimos espárragos que compré. ¿No es precioso? :)