Bollitos de chocolate

 

Dificultad: media
Tiempo de preparación: aprox. 2 horas
Raciones: 10-12 bollitos
Ingredientes:

♥ 1 yogur natural de soja (sin lácteos)
♥ 150 ml de leche de soja
♥ 2 cucharadas de maizena
♥ 1 taza y 1/2 de harina de trigo
♥ 1/2 taza de azúcar
♥ 2 cucharaditas de levadura de repostería
♥ 3/4 de taza de aceite de girasol
♥ un poco de margarina vegetal

Para glaseado y ganache:
♥ 200 g de chocolate negro sin lácteos
♥ 200 ml de leche de soja
♥ 2 cucharadas de nata de soja para cocinar
♥ 2 cucharadas de margarina
♥ 3 cucharadas de azúcar glacé

Precalienta el horno a 160ºC.

En un bol vierte el yogur de soja y bátelo con un batidor de varillas. Incorpora poco a poco el azúcar batiendo enérgicamente. Ve añadiendo la maicena y la leche de soja, después la harina y el aceite, sin dejar de batir. Añade la levadura y bátelo todo un poco más.

Cubre con papel de hornear una bandeja para horno grande y plana. Unta el papel con un poco de margarina y extiende encima la masa, ayudándote de una espátula o una cuchara, procurando que llegue bien a toda la bandeja. Mételo en el horno y cuécelo 10 minutos por arriba y por abajo, y otros 10 con el calor sólo por abajo.

Para hacer en relleno de ganache de chocolate calienta 100 ml de leche de soja con las 2 cucharadas de nata hasta que hierva y retíralo del fuego. Añade 100 g de chocolate en trocitos y mézclalo bien hasta que se funda. Vuelve a ponerlo a fuego medio y cuécelo 3 minutos más removiendo bien con una espátula. Retíralo y tápalo.

Saca el bizcocho del horno y cúbrelo con un paño limpio humedecido. Déjalo templar unos minutos para poder trabajarlo con las manos.
Quita el trapo y recorta con un cuchillo los bordes, que estarán crujientes, para dejar un rectángulo perfecto. Unta toda la superficie del bizcocho con el ganache. Con mucho cuidado, levanta los bordes del bizcocho y ve enrollándolo (a lo ancho), procurando que no quede espacio, que quede compacto.
Envuelve el rollo en film transparente, bien tirante para que quede bien prieto, y guárdalo en la nevera 15 minutos.

Para el glaseado de chocolate derrite 100 g de chocolate en trocitos a fuego lento o al baño maría, añade la margarina y el azúcar glacé y remuévelo muy bien para mezclarlo. Retíralo del fuego y añade la leche de soja, removiendo bien. Déjalo templar un poco, removiendo de vez en cuando (pero que no se enfríe).

Saca el rollo de la nevera, báñalo con este glaseado (puedes ponerlo sobre una rejilla de pastelería o papel de aluminio) y vuelve a meterlo en la nevera, otros 10-15 minutos.

Cuando se haya secado el chocolate del rollo, sácalo de la nevera, con cuidado córtalo en rodajas (aprox. de 2 cm de anchas) y báñalas con el glaseado. Si se te ha enfriado y está duro, puedes volver a calentarlo (en el microondas: 1,5 minutos a 350W, o a fuego lento). Deja los bollitos en la nevera al menos 15 minutos para que se endurezca el glaseado.

Nota: para esta receta puedes utilizar cualquier bebida vegetal, como leche de avena, de arroz, de avellana, de almendras, etc., y también cualquier nata vegetal, de soja, de arroz o de avena.

Variantes: haz el bizcocho con otros sabores (vainilla, fresa, chocolate, etc) utilizando leches vegetales con sabores y/o yogures vegetales con sabores.
Puedes variar también tanto el relleno como la cobertura, cambiándolo por mermelada, nata montada de soja, glaseado natural, mousse, etc.

Este mismo bizcocho (bizcocho genovés) te sirve para hacer brazo de gitano, troncos de diferentes sabores y masas rellenas. Controla el color que adquiere durante la cocción y no dejes que se tueste demasiado. Es importante que al sacarlo no pierda humedad, por eso se coloca un paño encima (también se puede poner film transparente), así la masa no se te quebrará al enrollarla

Sobre los bizcochos en general
A la hora de hacer bizcochos y pasteles lo primero que hemos de hacer es mirar la receta y seguirla tal cual. Si estamos veganizando alguna receta, es muy útil la guía para sustituir los lácteos y los huevos.
En muchos casos no es necesario sustituir los huevos, eso depende del papel que jueguen en nuestra preparación. En los bizcochos suele ser conservar la humedad y hacer un poco de aglomerante. Si los eliminamos directamente, la masa nos quedará más densa, por lo que necesitaremos añadir algo más de líquido. El bizcocho al final nos quedará bien, aunque tenderá a resecarse más fácilmente.
Como soluciones hay muchas, como verás en la guía de sustituciones. Sólo el yogur de soja ya hace mucho más que el huevo: da sabor, consistencia, mantiene la humedad y, bien batido, ayuda a que tu bizcocho sea más esponjoso.
La melaza, el sirope de agave, de arce o de savia dan muy buenos resultados a la hora de hacer galletas, muffins, brownies y bizcochos. No agregues mucha cantidad, porque podrías producir el efecto contrario: que al hornearlo, toda la masa de glucosa se quede en el fondo y se queme. Con un par de cucharadas es suficiente, y puedes restarlas de la cantidad total de azúcar.
El azúcar moreno o panela son también excelentes para bizcochos, magdalenas, bollos, etc., pues mantienen la humedad y dan mucho sabor.

También venden harinas y preparados para sustituir el huevo, sobre todo en repostería. Si quieres usarlos, ten en cuenta que por lo general unos sustituyen a la yema y otros a la clara. Por ejemplo, el No-Egg de Orgran sustituye la clara, mientras que la harina Yolanda para cocinar sin huevo sustituye la yema. En ambos casos estamos hablando de harinas o preparados en polvo, que dan mejor resultado si los mezclamos con agua antes de agregarlos a la masa.
Algunos de estos sustitutos tienen características más especiales. En el caso del No-Egg, batiéndolo con la misma cantidad de agua helada, podemos hacer “merengue vegano” (imprescindible añadir azúcar, porque la mezcla tal cual, con agua, no sabe a mucho más que a harina), que también nos sirve para añadir a la masa de bizcochos y magdalenas, o para hacer mousses. En el caso de las harinas para cocinar sin huevo, se convierten en un interesante aliado para rebozados, así como parra galletas y preparaciones crujientes, ya que facilitan el tostado.

Añadir maicena ayudará a que tu bizcocho quede un poco más elástico, lo que es imprescindible si queremos hacer un bizcocho genovés y enrollarlo. En general puedes añadir maicena a tus bizcochos y magdalenas, en poca cantidad (no es necesario añadir más de 1 o 2 cucharadas), sustituyendo parte de la harina. También puedes sustituir parte de la harina por harina de repostería (aproximadamente 1 de cada 3 partes de harina), o tamizar la harina antes de agregarla a la masa.