Tipos de pasta
La pasta es uno de los alimentos más simples y básicos de la cocina de prácticamente todo el mundo. Se fabrica con cientos de formas y con gran variedad de sabores, fresca y seca. Es el ingrediente principal de muchos platos, aunque también es apreciada como guarnición o como un ingrediente más. Con un simple cambio de especias y de salsa se pueden crear decenas de variaciones, dulces y saladas, del mismo plato o crear nuevas recetas.
Con este pequeño artículo aprenderás lo más básico sobre la pasta para que empieces a usarla.
Tipos básicos de pasta
Pasta seca
La pasta seca es la más común y frecuente en cualquier tienda de alimeentación. La hay de muchas formas y tamaños. Generalmente se hace sólo con sémola de trigo duro, agua y sal, pero también puede estar hecha de arroz, de maíz o de judías mungo por ejemplo, y tener colores y sabores diferentes hechos con verduras. No suelen contener huevos, por lo que se conservan durante mucho tiempo sin necesidad de frío. Además son consistentes y firmes, puedes apilar los paquetes sin miedo a que se deformen.
Las pastas secas necesitan más tiempo de cocción que la pasta fresca y crecen un 60% más cuando las cueces. Tenlo en cuenta sobre todo si vas a sustituir pasta fresca por pasta seca.
Pasta fresca
La pasta fresca también se produce en muchas formas y tamaños, aunque no tantos como la pasta seca. Mucha pasta fresca o media no contiene huevo, por lo que es apta para vegan@s.
La pasta fresca tiene gran contenido de agua, y suele ser necesario mantenerla en la nevera o el congelador, y con cuidado de no aplastarla ni deformarla. Puedes encontrar pasta fresca sin huevo principalmente en tiendas de productos italianos, herbolarios y en tiendas orientales. Dura unos días en la nevera y unos meses en el congelador. También se puede desecar y guardar, pero hay que asegurarse de que está completamente seca.
La pasta fresca tiene una textura más suave que la seca y se cuece en mucho menos tiempo. Hay que estar atentos para que no se cueza demasiado y no se pase, porque entonces nos quedaría pegajosa, deshecha y demasiado blanda. Una vez cocida no hay que escurrirla demasiado.
Como la pasta fresca no crece tanto como la seca, necesitarás un 50% más de pasta fresca que de pasta seca.
También puedes hacer pasta fresca en casa, a base de harina de trigo, semolina, agua y sal, y con la ayuda de una máquina para pasta. Verás que con muy poca cantidad de estos ingredientes puedes hacer mucha pasta.
Formas de la pasta
Puedes encontrar pasta de muchas formas, aunque las más comunes son los fideos, espaguetis, macarrones, tallarines y espirales. La mayoría de las formas se crearon en Italia, pero los países asiáticos no se quedan atrás en cuanto a creatividad con la pasta. Algunas formas y tamaños se inventaron así para platos específicos, mientras que otras sirven para casi todo.
Pastas con formas
Lirios (gigli), conchas (conchiglie), creste di galli (crestas de gallo), lazos (farfalle), espirales (fusilli), ñoquis (gnocchi) o caracoles (lumache) son algunos ejemplos. Suelen ser pastaas secas. Las pastas más pequeñas van bien con salsas simples, pero la mayoría pueden servirse con salsas más espesas porque quedan lo suficientemente firmes como para quitarles el protagonismo al resto de ingredientes. También se pueden usar en ensaladas de pasta y guisos ligeros.
Pastas tubulares
Son las pastas con forma de tubo, algunas son largas y finas y otras gruesas y cortas. Tienen bordes lisos o rizados y están cortadas rectas o sesgadas. Algunos ejemplos son los macarrones rayados (bocconcini), canelones gigantes (cannelloni), fideuá (macaroni) y macarrones (penne rigate). Se suelen servir con salsas con mucho cuerpo y algunas de estas pastas se pueden rellenar dependieno del tamaño.
Pasta tipo hilo
Son largos hilos de pasta, generalmente redonda, aunque también la hay cuadrada. La diferencia entre una variedad y otra es el grosor. Las más gruesas van bien con salsas espesas, mientras que las variedades finas se complementan mejor con salsas más delicadas. Son pastas tipo hilo la pasta cabello de ángel (capelli d’angelo), fusilli largos (fussili lunghi), espaguetis (spaghetti) y vermicelli entre otros.
pastas planas
Son aquellas pastas planas de diferentes tamaños y grosores. Algunas son cortas y anchas y otras son largas y estrechas. Sus bordes pueden ser lisos o rizados, y la mayoría son pastas secas. Las pastas planas secas se pueden servir con salsas espesas y las finas mejor con salsas más ligeras. Son pastas planas los fettuccine, lasaña (lasagne), tallarines (linguine o tagliatelle) y mafalde, por poner unos ejemplos.
pastas para sopa
Las pastas para sopa son en general más pequeñas y finas que el resto de pasta, se fabrican con muchas formas y también con sabores. Las pastas más gruesas van mejor con sopas más densas y las más finas con caldos claros. Algunas pastas para sopa incluyen la sopa de letras, conchitas (conchigliette), couscous, fideos, orzo, etc.
pastas rellenas
Consisten en láminas de pasta rellenas y dobladas para evitar que se salga el relleno. Algunas son sólo dobladas, otras enrolladas, tienen diferentes formas como de empanadilla, cuadrados, círculos, medias lunas, etc. Las podemos encontrar rellenas de tofu, champiñones, seitán o verduras por ejemplo. Las pastas rellenas se cuecen durante pocos minutos y se sirven con una salsa ligera. También se pueden servir en caldo o añadirse a una ensalada después de cocidas. Algunas pastas rellenas son los ravioli, tortellini o tortelloni.
pasta asiática
hay muchas variedades de pasta asiática muy diferentes entre sí, tanto en longitud como en forma. Generalmente son muy largas y algunas simbolizan la longevidad. Hay espaguetis muy finos, tallarines muy anchos, otros curvados, etc. También los hacen con diferentes harinas, como harina de trigo, de arroz, de patata, de soja, etc. Es raro encontrar pasta con huevo, pero también la hay. Generalmente todas las pastas asiáticas se encuentran secas, pero con menos tiempo de cocción, y sólo en tiendas de alimentación asiática.
Los colores varían desde blanco translúcido a blanco opaco, color crema, amarillo o marrón, dependiendo de los ingredientes que se hayan usado.
Se pueden tomar fríos o calientes y se usan en sopas, ensaladas, salteados y otros platos asiáticos. Algunos ejemplos son los fideos de celofán (hechos de judías mungo), gook soo, ramen, papel de arroz, tallarines de arroz, fideos Shanghai.
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