Medu vada
Dificultad: media
Tiempo de preparación: 15 minutos + tiempos de reposo
Raciones: para 10-12 medu vadas
Ingredientes:
♥ 1 taza de urad dal (pelado y partido)
♥ 3/4 de cucharadita de sal
♥ 2 cucharaditas de semillas de cilantro
♥ ½ cucharadita de asafétida
♥ 2 cucharadas de hojas de cilantro fresco picadas
♥ 1 cucharada de chili o guindilla verde picada
♥ aceite de girasol para freír
Lava el urad dal dos o tres veces, cambiando el agua en un recipiente mediano o en un colador. Ponlo en un bol o recipiente grande con al menos 3 tazas de agua y déjalo reposar como mínimo 6 horas. Absorberá mucha agua y más o menos crecerá 2,5 veces en volumen. Déjalo en un lugar fresco y seco o en la nevera si hace mucho calor.
Lava de nuevo el urad dal ya reposado, escúrrelo muy bien y ponlo en el vaso de la batidora o en un recipiente en el que puedas batirlo bien con una batidora de brazo. Bátelo un par de minutos, procurando que no queden trozos enteros y mira la consistencia que tiene. Estará bastante pastoso aunque eso dependerá de la cantidad de agua que haya absorbido y de la que quedase después de escurrirlo. Para ver la consistencia que ha de tener os remito a la receta original, de Manjula’s Kitchen, que tiene vídeo, para que veáis cómo tiene que quedar, ya que hay que ir añadiendo agua muy poquito a poco hasta tener la consistencia deseada. Esto es muy importante porque si nos pasamos de agua después será casi imposible dar forma los aritos o donuts y además absorberán mucho aceite durante la cocción. Y si nos quedamos cort@s de agua, quedarán duros y secos por dentro. En mi caso he tenido que añadir unas 8 cucharadas de agua y seguir batiendo hasta obtener esa misma consistencia.
Una vez bien batido el urad dal, pásalo a un bol grande y mézclalo a mano con el resto de ingredientes (excepto el aceite). La idea es lograr que se mezclen todos con una textura cremosa y esponjosa. En algunas recetas que he visto por ahí lo baten con un montaclaras, pero me parece un poco excesivo, a mano en un par de minutos removiendo con los dedos lo tendremos listo. Aquí lo que necesitamos es una masa suave, sedosa y ligeramente esponjosa, no tan batida, porque si no tenderá a absorber aceite (y si no lo mezclamos bien, quedarán duros por dentro).
Cuando lo tengas listo calienta abundante aceite en una sartén honda a fuego medio (tiene que llegar a 170-175ºC).
Para hacer los aritos o donuts mójate las manos con agua, toma una porción de masa (como 1-2 cucharadas), dale forma de bolita, aplástala y hazle un agujero en el medio con el dedo. Agrándalo moviendo el dedo y deja el arito con cuidado en el aceite ya caliente (puedes comprobar si está caliente dejando caer una gota de masa; tiene que freírse inmediatamente pero sin dorarse en el momento, que burbujee mucho alrededor). Es importante que cuando nos mojemos las manos evitemos que nos chorree el agua, porque si no cuando acerquemos las manos a la sartén caerán gotas de agua y nos saltará aceite a las manos y a toda parte del cuerpo que tengamos cerca del aceite (y te quemas, claro), así que hay que mojarse las manos lo justo para trabajar la masa, y sin gotear.
Pon los aritos que te quepan en la sartén, por tandas, y con espacio entre sí, teniendo en cuenta que crecerán un poco. Tardarán un par de minutos en hacerse por cada lado, recuerda darles la vuelta. Cuando estén bien dorados sácalos con una espumadera a un plato con doble capa de papel de cocina absorbente. Si tardan mucho en hacerse o no se doran, sube un poco el fuego, y por el contrario, si se doran muy rápido, baja el fuego.
Sírvelos templados o fríos como aperitivo, para picar, como acompañamiento, etc. En el sur de la India se suelen acompañar con chutney de coco y samber.
Como he comentado arriba, la receta original es de Manjula, de Manjula’s Kitchen, os recomiendo que le echéis un vistazo, sobre todo al vídeo, porque os quedará más claro cómo tiene que quedar la masa. Por eso también os he puesto que tiene dificultad media, ya que la cantidad de agua no es exacta y hay que hacerla “a ojo”, y por otro lado puede resultar un poco difícil dar forma a los vada sin que se deformen o se rompan (que no pasa nada si quedan deformes) porque la masa, aunque elástica, es un poco blanda. Al segundo o tercer aro le pillas el truco, no hay problema :)
Lo único que he cambiado de la receta es la cantidad de sal, porque con 1 cucharadita me resultan demasiado salados, y más si los vamos a acompañar con salsas. Con 3/4 de cucharadita quedan muy bien.
Por fuera quedan crujientes y por dentro blandos y esponjosos, casi como si fuera una masa de donuts o de pan, es extraño porque no se utiliza ninguna harina, sino las legumbres dejadas en remojo y sin cocer (vamos, como cuando hacemos falafel), y siempre que hagamos bien la masa y tengamos el aceite a la temperatura correcta, no quedan nada aceitosos.
No os hará falta ninguna harina para que la mezcla no se deshaga, sólo controlar la cantidad de agua. Esto está muy bien, al batir las legumbres la masa queda elástica y es una propiedad que podemos aprovechar para preparar muchas otras cosas, igual que se hace en la cocina hindú, utilizando urad dal en lugar de otras legumbres o combinaciones de legumbres y harinas.
El sabor es muy peculiar por la mezcla de especias y el propio sabor del urad dal. No se parece a nada de lo que estamos acostumbrad@s, tiene un ligero sabor dulce de la legumbre tostada, profundo de la asafétida y las semillas de cilantro, fresco de las hojas de cilantro y picante del chili (que lo podéis omitir si no queréis que pique). Podéis encontrar asafétida en tiendas de alimentación hindú y árabe, la suelen tener en polvo, en botecitos, es barata y cunde bastante porque siempre se usa en cantidades muy pequeñas (si no la encontráis simplemente omitidla o utilizad cilantro en polvo).
Para acompañar los medu vada he hecho una salsa aparte, ya que no tenía ingredientes para el chutney de coco ni para el samber:
Bate con la batidora 15 gramos de perejil fresco (como media taza) y 1 taza de leche de soja o de coco. Bátelo unos segundos, lo justo para picar el perejil y que se mezcle con el líquido. Resérvalo.
En una sartén pequeña calienta a fuego medio 1 cucharada de aceite y dora en él 1 cucharadita de semillas de cilantro, 1 cucharadita de semillas de mostaza, 1 cucharadita de jengibre fresco picado y 1 diente de ajo picado bien fino, moviéndolo ocasionalmente. Cuando empiece a dorarse el ajo añade 1 cucharadita de ralladura de limón, ½ cucharadita de curry en polvo, una pizca de pimentón dulce y cúrcuma, una pizca de sal (menos de 1/8 de cucharadita) y la mezcla del perejil y la leche de soja o de coco. Mezclalo bien y déjalo cocer un par de minutos. Retíralo del fuego y sírvelo.
Los aritos que sobren se pueden guardar en un recipiente bien cerrado en la nevera hasta 3 días. Después se pueden calentar un minuto al microondas o volver a freír si los queremos crujientes (un par de minutos a 175ºC).
Os recomiendo que probéis a hacer esta receta si queréis probar sabores nuevos, desde luego merece la pena :)
han probado a hacer esta receta
* Aquí puedes ver una versión con okara y cebolleta que ha hecho Mª Luisa de Recetas y otras cosas Vegetas