Ensalada risotto al aroma de boletus
Dificultad: media
Tiempo de preparación: 30 minutos
Raciones: para 2 personas
Ingredientes:
♥ 125 g de arroz para risotto (Arborio, Carnaroli, Roma, Baldo… el que quieras. Yo he usado Baldo del delta del Po que me regaló una amiga, ¡gracias! :*)
♥ ½ cebolla dulce mediana
♥ 2 cucharadas de aceite de oliva (preferiblemente alguna variedad de sabor intenso)
♥ 1/8 de cucharadita de sal (aprox.)
♥ 50 ml de vino blanco (opcional)
♥ aprox. 2,5 tazas de caldo de verduras (o 2,5 tazas de agua + 1,5 cucharaditas de caldo de verduras) caliente (puedes mantenerlo en un cazo o cacerola pequeña a fuego lento, tapado)
♥ ½ cucharadita de harina de boletus edulis deshidratado
♥ aprox. 2 tazas de canónigos, rúcula, lechuga rizada picada, achicoria picada y endibias picadas, todo mezclado
♥ 1 aguacate maduro grande
Calienta en una sartén honda el aceite de oliva a fuego medio-alto.
Pica la cebolla y póchala 3-4 minutos con la sal, removiendo ocasionalmente, hasta que esté tierna.
Agrega el vino blanco y el arroz y mézclalo bien. Baja un poco el fuego (a fuego medio). Cuando se haya evaporado el vino añade uno o dos cacitos de caldo de verduras caliente al arroz (unos 200 ml) y remuévelo bien. Ahora hemos de dejar que se cueza con ese caldo (puedes remover de vez en cuando), y cuando quede muy poco añade otro cacito o dos. Repetimos la misma operación: añadir caldo, remover, cocer y seguir añadiendo caldo hasta que el arroz esté hecho al dente y meloso. Con el último cacito de caldo añade la harina de boletus y remuévelo bien.
Dependiendo de la variedad de arroz es posible que te sobre un poco de líquido o que te haga falta añadir más agua. Si ves que cada vez que añades caldo se seca rápidamente, baja un poco el fuego, pero sin que deje de hervir. Mira siempre las instrucciones del paquete para ver los minutos de cocción aproximados y hacerte una idea.
Puedes echar un vistazo a la receta del risotto con robellones, en ella puse un par de fotos del proceso de cocción del arroz, para que sepas cuándo está hecho.
Prueba el arroz y rectifica de sal si fuese necesario. Cuando el arroz esté al dente apaga el fuego y apártalo para que se temple.
Mientras se templa el arroz pon una taza de ensalada en cada plato, para hacer de lecho.
Corta el aguacate por la mitad, quita el hueso y dóralo a fuego fuerte en una sartén antiadherente (sólo por el lado verde, no hace falta que tuestes la piel). Cuando se dore ligeramente (tardará un par de minutos) sácalo, córtalo en tiras y repártelo en los platos.
Por último coloca la mitad del risotto en cada plato y sírvelo. Puedes añadir frutos secos y hierbas frescas (albahaca y perejil por ejemplo) al gusto.
En principio quería hacer una ensalada de arroz sin más, pero lo que me apetecía era algo más cremoso pero sin añadir salsas ni aliños, así que opté por hacer un arroz muy cremoso (risotto) templado (más bien frío) con una base de hojas verdes que contrastasen en sabor.
Para el arroz no me he complicado mucho la vida. No quería un arroz con setas o champiñones, sino sólo con el aroma, así que utilicé las mismas boletus en polvo que ya había usado para otras recetas como el tofoie, y un caldo de verduras en polvo con trocitos de hortalizas que me encanta (pero se puede usar cualquier caldo de verduras que te guste, que tengas en pastillas o que hayas hecho y refrigerado/congelado).
Con respecto a la cocción del arroz podéis echar un vistazo a la receta del risotto con robellones porque ahí explico la peculiaridad de cocinar con arroces “para risotto”. Y un último consejo sobre el arroz: que sea de alguna de las variedades aptas para este tipo de platos, es decir, que sean arroces bastante altos en amilopectina (puedes leer más en este artículo). Ya sé que hago hincapié varias veces en este punto, pero es que últimamente estoy viendo en algunos supermercados que venden arroz redondo normal y corriente mezclado con almidón de maíz (lo que comúnmente llamamos maicena) llamándolo “arroz para risotto” y vendiéndolo a precio de oro.
Pues nada, este plato tan sencillito es una verdadera delicia (y más si te pilla con hambre :P) que se puede variar al gusto, tanto por la parte del arroz como la de la ensalada que lo acompaña. Es preferible utilizar hojas frescas con sabores un poco más pronunciados que la clásica lechuga iceberg, por aquello de la variedad de sabores, aromas y colores. Las espinacas frescas quedan estupendas también, la lechuga hoja de roble, la lombarda, las hojas de remolacha, brotes de alfalfa, etc. Y en versión para vag@s (o si no encuentras nada más que tristes lechugas iceberg), una bolsita de esas de brotes frescos que venden ya lavados y embolsados (hay tropecientas variedades, con lechuga, con brotes tiernos, etc.) ;)