Ajoblanco
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 10 minutos + enfriar
Raciones: para 2-3 personas
Ingredientes:
♥ 3 dientes de ajo
♥ 1 trozo de pan del día anterior (rebanada de 5-6 cm de barra de pan normal)
♥ 3/4 de taza de almendras blanqueadas y peladas (o 1/2 taza de almendras molidas)
♥ 1 cucharada de aceite de oliva de sabor fuerte (he utilizado picual intenso)
♥ 80 ml de aceite de girasol
♥ 100 ml de leche de almendras
♥ 3/4 de taza de agua bien fría
♥ 1 cucharada y 1/2 de vinagre de vino blanco
♥ 1/2 cucharadita de sal
♥ cebollino para decorar (opcional)
Pela los dientes de ajo y quítales el nervio central. Quita la corteza del pan (opcional) con un cuchillo, procurando no llevarte mucho pan, sólo la corteza marrón. Corta el pan en daditos.
Pon en la batidora (o en un vaso alto para batidora de brazo) los ajos y el pan y bátelo hasta que se empiece a formar una pasta. Añade el aceite de oliva y sigue batiendo. Como la sopa es en realidad una emulsión, el proceso es similar a la veganesa o mayonesa vegetal casera. Ve añadiendo poco a poco y sin dejar de batir las almendras, la mitad de la leche de almendras y la mitad del agua. Ahora, ve agregando poco a poco el aceite de girasol, sin mover la batidora, para que ligue con el resto de ingredientes y se forme una emulsión. Es difícil que se te corte porque añadimos poca cantidad de aceite. Una vez añadido todo el aceite puedes mover la batidora arriba y abajo mientras incorporas el vinagre, la sal y el resto de leche de almendras y agua.
Cuando la crema esté bien blanquita, sin grumos y suave, pruébala y rectifica de sal si fuese necesario. Guárdala en la nevera al menos 1 hora antes de servir, para que esté bien fría. Pica un poco de cebollino y ponlo por encima.
El ajoblanco es una sopa fría que nos vendrá muy bien para sofocar un poco el calor del verano, junto con el gazpacho y otras sopas frías bien cargadas de hortalizas y frutos secos. Como os he comentado en la receta, el ajoblanco es una emulsión como la veganesa, por lo que tendremos que tener cuidado de que no se nos corte, aunque será difícil porque usaremos poca cantidad de aceite. De todas formas, si se os corta sólo tenéis que empezar uno nuevo y una vez ligado añadir poco a poco el cortado sin dejar de batir.
Para darle más sabor he añadido 1 cucharada de aceite de oliva con un sabor fuertecillo, que podéis omitir o cambiar por cualquier otro aceite que os guste (podéis probar con aceite de sésamo o de cacahuete también).
La leche de almendras le dará más sabor aún a almendra, por eso la he utilizado, pero podéis ponerle leche de arroz, de soja, de avena o de la que queráis, siempre que no sea dulce ni con sabores.
Si lo queréis más fuerte de sabor a ajo se pueden añadir 2 o 3 dientes de ajo más, o 1-2 cucharaditas de ajo en polvo, eso al gusto, igual que la sal. Si por el contrario lo pruebas y te has pasado de ajo y/o de sal, basta con añadir más líquidos y un puñadito más de almendras.
Para que quede con una textura más suave aún, cuela la sopa con un colador bien fino antes de meterla a la nevera.
Tradicionalmente se hace a mano en un mortero, comenzando con los ajos, casi como si fueses a hacer un all i oli, y consiguiendo que toda la mezcla emulsione sólo con el mortero y perseverancia. Yo lo hago con la batidora, que ahorro bastante tiempo, pero lo podéis hacer en mortero si queréis ;)
A la hora de servirlo podéis ponerle cebollino, como he hecho yo, o bien unas uvas y trocitos de melón, que es con lo que se suele acompañar y que queda buenísimo.