Triángulos de filo con confit de higos y tofu
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 30 minutos
Raciones: para 12 triángulos
Ingredientes:
♥ 4 láminas de pasta filo
♥ aprox. ¼ de taza de confit de higos y cebolla morada
♥ aprox. 50 g de tofu blando o silken tofu
♥ un par de ramitas de romero
♥ 1 cucharadita de almidón de maíz (maizena) disuelta en 2 cucharadas de agua
♥ 1 cucharadita de melaza mezclada con 1 cucharada de leche de soja
Si vas a usar pasta filo congelada, deja que se descongele a temperatura ambiente, tapada con film transparente o un trapo limpio.
Precalienta el horno a 200ºC. Coloca una lámina de papel de hornear sobre una bandeja para horno.
Pon la pasta filo en una superficie lisa y córtala en tres tiras (a lo largo).
Ve cogiendo cada una de las tiras y pon en un extremo 1 cucharadita de confit de higos y cebolla morada, 1 cucharadita de tofu y 4 o 5 hojitas de romero.
Enrolla la masa para formar triángulos, doblándola y cerrándola (puedes guiarte con este tutorial, es el “modo 4”, pero sin humedecer la masa, para la pasta filo no es necesario).
Cierra la masa humedeciendo ligeramente la última parte de masa con la mezcla de almidón de maíz y agua. Ayúdate con un pincel de repostería, una cucharita o con el dedo. Cierra los triángulos y ve poniéndolos en la bandeja de horno.
Cuando los tengas todos hechos pincélalos ligeramente con la mezcla de melaza y leche de soja. Procura no pasarte de líquido, sólo necesitamos humedecerlo ligeramente, si nos pasamos los triángulos no quedarán crujientes sino blandos.
Mételos al horno a 200ºC 12-15 minutos, o hasta que veas que la masa se ha dorado (no dejes que se queme).
Sácalos y déjalos enfriar sobre una rejilla.
Puedes servir estos triángulos, templados o fríos, como aperitivo o acompañamiento de cualquier comida, es un buen contraste gracias al sabor del confit y la masa crujiente.
Para que salgan bien hay que atender a varias cosas. Primero, al tipo de masa que estamos usando, que son hojas individuales muy finas y un poco delicadas. Como puse al principio, si las que vas a usar son congeladas, déjalas descongelar primero. Sácalas del paquete y ponlas en una superficie lisa con un trapo limpio encima (o un trozo de film transparente) hasta que se descongelen y sea fácil desenrollarlas y manejarlas. El resto de la masa se puede volver a meter en su envase y dejar en la nevera (si está bien cerrado te puede durar 1 semana más).
Mientras hacemos los triángulos es conveniente dejar tapado el resto de la masa que usaremos después, para evitar que se reseque (lo mismo, con un trapo limpio o con film transparente). No mojes ni humedezcas la masa, en lugar de quedar crujiente quedará blanda (que está bien también, pero no es el propósito de esta receta).
Para el relleno podéis usar tofu duro, blando o solken tofu, aunque os recomiendo usar tofu blando o silken tofu porque tienen mayor contenido de agua, que en el horno será vapor y ayudará a que se inflen un poco los triángulos y a que no se seque excesivamente el relleno. Pero lo dicho, si tenéis tofu duro podéis hacerlo con tofu duro.
Si no tenéis romero fresco usad tomillo (preferiblemente fresco también), mejorana, salvia u orégano. Cambia el sabor del plato, pero también queda muy bien. Opcionalmente podéis añadir otras hierbas y especias como nuez moscada, cominos, cilantro en polvo, pimienta negra, etc.
Para pincelar los triángulos os recomiendo usar melaza o un sirope similar (sirope de arce o de agave, sirope de arroz/maíz/cebada malteada, sirope de manzana, miel vegana… y leche de soja, por su alto contenido en proteínas. Podéis usar la leche vegetal que queráis, pero cuantas más proteínas contenga mejor nos quedará la cobertura, más dorada y crujiente, pues lo que buscamos es propiciar reacciones de caramelización y de Maillard (puedes ver más al respecto aquí).
Si no queréis hacerlos en el momento, una vez enrollados con forma de triángulo se pueden congelar directamente (en una bolsa de congelación) para hacerlos cualquier otro día. Sólo habría que dejarlos descongelar (al menos parcialmente), pincelar con la mezcla de melaza y leche vegetal y hacerlos al horno, o bien freírlos con abundante aceite (sin descongelar ni pincelar), aunque no os recomiendo este método salvo que hagáis doble capa de pasta, es decir, que en lugar de hacer los triángulos con una tira de filo, los hagáis con dos tiras, y asegurándoos muy bien de que no quedan agujeros ni partes por las que pueda entrar aceite. A la plancha sí se pueden hacer, aunque la masa tenderá a quedar pegada entre sí más que a formar una capa “milhojas”.
Y no os digo más, sólo que lo probéis, que os va a gustar mucho :)
Me encanta las ideas que das con tofu. No soy vegetariana, pero al tener colesterol, recurro mucho a la comida vegetariana y vegana, y sobre todo al tofu, para variar un poco de comer siempre pollo y pavo, ya que otras carnes no puedo…
Y estos dulces me parecen estupendos, muy ricos.
Hola Ana!
En realidad se podrían considerar salados :)
Puedes echar un vistazo a otras recetas con tofu y con seitán, seguro que alguna te gusta :)
También puedes probar las variedades de “pavo vegetal”, “pollo vegetal”, “jamón vegetal” y similares, que saben prácticamente igual que los tradicionales, echa un vistazo por ejemplo a estos y estos.
Un abrazo!
I am loving your blog!!!