Tarta de tomates cherry con aliño balsámico y hierbas
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 40 minutos
Raciones: para 4-6 personas
Ingredientes:
♥ 1 lámina de hojaldre (que no contenga grasas animales)
♥ 30-40 tomates cherry (dependerá del tamaño de tu masa)
Para el aliño balsámico:
♥ 2 cucharadas de vinagre balsámico de módena
♥ 1 cucharadita de salsa de soja
♥ ¼ de cucharadita de melaza o azúcar (nota: si tu vinagre balsámico ya contiene azúcar o caramelo no es necesario usar melaza)
♥ ⅛ de cucharadita de tomillo
♥ ⅛ de cucharadita de orégano
♥ ⅛ de cucharadita de albahaca
♥ ⅛ de cucharadita de hierbabuena
♥ 2-3 hojas de albahaca morada, picadas (es opcional)
♥ 50 ml de agua
♥ unas hojas de albahaca fresca para decorar
♥ una pizca de sal y 1-2 cucharadas de aceite de oliva
Si tu hojaldre es congelado, sácalo del congelador al menos media hora antes.
Precalienta el horno a 210ºC.
Mezcla en un cuenco pequeño todos los ingredientes del aliño balsámico y resérvalo.
Lava los tomates cherry y ve cortándolos por la mitad. No los cortes todos porque dependerá de los que quepan en el hojaldre y habrá que seguir cortando conforme veamos que vamos necesitando más.
Extiende la lámina de hojaldre sobre una placa para horno forrada con papel para hornear. Con ayuda de un pincel de repostería (o una cuchara) pincela todo el hojaldre. Necesitarás 2-3 cucharadas de la mezcla. Si te queda algún charquito de aliño no pasa nada.
Ve colocando las mitades de los tomates sobre el hojaldre procurando que queden juntos (sin aplastarlos) y ve cortando más tomates a medida que los vayas necesitando (yo necesité 38 en total). Deja un pequeño espacio en los bordes. Cuando hayas llenado el hojaldre con los tomates mezcla el aceite de oliva con el aliño y pincela los tomates con ello, sólo lo justo para humedecerlos, no queremos que el hojaldre se llene de líquido. Espolvorea por encima con un poquito de sal (⅛ de cucharadita, aprox.) y mételo al horno, a 210ºC, a altura media, 20-25 minutos o hasta que veas que el hojaldre está hecho y los tomates ligeramente asados.
Saca la tarta de tomatitos y déjala enfriar sobre una rejilla en un lugar fresco y seco. Sirve las porciones con unas hojitas de albahaca fresca.
Esta receta de hoy es super fácil y queda buenísima tanto fría como caliente, los tomatitos quedan hechos y asados por la parte de arriba, y al haberlos puesto boca abajo con la superficie cortada sobre el hojaldre, impedimos que se evapore demasiada agua, por lo que al morderlos los notarás super jugosos.
Aquí el único “truco” es usar unos buenos tomates cherry. Ve a la frutería y tómate tu tiempo, cógelos de uno en uno, mirándolos bien por todas partes, escoge los más rojos, tiernos al tacto pero que no tengan la piel arrugada sino tersa y brillante. Ahora que están en temporada son más baratos y los podemos encontrar más maduros. Os recomiendo comprar siempre la fruta y verdura en la frutería/verdulería (si es autoservicio, mejor), podéis elegir las piezas que queráis y suele ser más barata y buena que las frutas en los supermercados. Un ejemplo que comentaba hace poco con una amiga eran los champiñones. La gente suele comprar bandejas de champiñones “por comodidad”, pero si atendemos al precio que tienen nos damos cuenta de que salen a una media de 6€ el kilo, mientras que en la frutería no suelen subir de 2,50€ el kilo (en temporada, en otoño, en muchas fruterías los tienen a 1€ el kilo). También hemos de atender a la calidad. Los champiñones que vienen en bandejas filmadas son más difíciles de ver por todos lados, por lo que puede haber alguno pocho y no darnos cuenta, o pueden haber desarrollado bastante moho.
Con otras frutas, verduras y hortalizas pasa lo mismo. Las bolsitas de tomates cherry son muy aparentes, pero los tomates suelen estar un poco verdes y duros, bastante ácidos, en comparación con los de la frutería. Ojo, que después también en la frutería hay que saber elegir, es lo que os comentaba al principio, intentad coger (o pedir) lo mejorcito.
La masa de hojaldre se puede cambiar por cualquier masa que queráis, sólo tenéis que atender a los minutos de cocción que necesita. He usado hojaldre porque tenía, pero perfectamente se puede usar masa brisa, por ejemplo, o una masa casera que os guste. El problema del hojaldre es que suele absorber bastante la humedad, y al ponerle peso encima no crece. Como podéis ver en las fotos, aunque la tarta está perfectamente hecha lo que más han crecido son los bordes, mientras que toda la base es muy fina. Bueno, es fina pero muy crujiente, así que no me importa mucho, pero si hubiese puesto más cantidad de aliño la masa estaría chiclosa o demasiado blanda. Para asegurarnos de que no pase esto podemos, por ejemplo, cocer la masa aparte mientras cortamos los tomates, lo justo hasta que haya crecido (pero no se haya dorado aún), sacarla, poner el aliño y los tomates y volver a meterla al horno. Tiene la ventaja de que la masa será más alta y más crujiente, y la desventaja de que tendrás que sacarlo antes de que los tomates se hayan asado porque si no se puede quemar el hojaldre. Yo prefiero ir vigilando mientras se hace y poner calor sólo por abajo o sólo por arriba según cómo vaya la masa (en este caso no ha hecho falta, pero en otras tartas similares he tenido que poner calor sólo por abajo los últimos 5 minutos). Imprescindible después de hornear la tarta sacarla a una superficie en la que pueda enfriarse y que tenga una buena circulación de aire: una rejilla. Si la dejamos en la bandeja o con el papel, el agua que debería evaporarse mientras se enfría no lo hará y se nos quedará en la masa, haciéndola más blanda. Que también está bien, pero si quieres que quede más crujiente hay que tener esto en cuenta.
Por cierto, si usáis una masa congelada podéis empezar a ponerle el aliño y los tomates cuando veáis que se puede desdoblar con facilidad, no dejéis que se ponga blandurria, que ahora en verano es fácil que pase.
Para el aliño he utilizado las hierbas que creo que mejor coinciden o complementan el sabor de estos tomates. Algunas como la albahaca y el orégano son clásicas para usar con tomates. La hierbabuena tiene algunos compuestos aromáticos en común con el tomate, o mejor dicho, con el olor de la propia tomatera (me encanta cómo huelen!). Para esta receta he utilizado las hierbas secas y picadas, pero se pueden usar frescas, bien picadas (necesitarás el doble de cantidad). Las que he usado frescas han sido la albahaca morada y la albahaca hoja de lechuga, la primera para el aliño balsámico y la segunda para servir las porciones. No he encontrado ningún sitio en el que vendan albahaca morada, yo la tengo sembrada (como muchas otras hierbas y especias) y voy cogiendo cada vez que necesito. El sabor es diferente a la albahaca normal, más fuerte, con aromas de alcanfor y anisados. Si no la ponéis no va a pasar nada porque el sabor global del plato no depende de esta hierba, sino de la mezcla de sabores del aliño y los tomates (y un poco del hojaldre).
También es importante el vinagre que utilicéis. Al menos comprobad que no está picado si lleva mucho tiempo en la despensa (si huele excesivamente ácido y a vinacho, estará malo). Probadlo. Si os gusta el sabor, usadlo. Si queréis usar otro vinagre que os guste, podéis hacerlo, por supuesto.
El aliño que sobre se puede servir aparte para acompañar o reutilizar para una ensalada.
Igual que he hecho con los tomates se puede hacer con otras verduras y hortalizas, sólo hay que tener en cuenta el tiempo de cocción que necesitan. En el caso de los tomates cherry se pueden comer crudos, a la plancha, asados, en puré, en salsa… así que no hay mucho problema, pero si lo queréis hacer con berenejena es preferible lavarla, cortarla en rodajas, espolvorear con sal, dejar reposar y lavarlas (eliminará el sabor amargo) antes de pasarlas por la plancha un par de minutos, porque las rodajitas no se asarán bien en tan poco tiempo en el horno.
Los pimientos se pueden cortar en tiras finas y poner directamente, no hace falta ninguna preparación previa especial. El calabacín puede soltar mucha agua o quedar poco hecho, por lo que se puede marcar ligeramente antes de usarlo para la tarta. Probad con las verduras que queráis y añadidles hierbas complementarias si queréis, el caso es hacerlo a vuestro gusto ;)
* Aquí podéis ver la versión que ha hecho Vivir Diferente en Familia, con cebollas caramelizadas :)
Será construida con amor y destruida con gula.
No sé cómo haces pero te superas cada día.
Un beso agradecido ♥
Me ha encantado lo de “destruida con gula” ♥♥♥
Mil gracias :)
No sé cómo no hay un montón de comentarios aquí diciendo la buena pinta que tiene y lo bueno que tiene que estar seguro! :) Amo los tomates cherry así que me la apunto para hacerla esta semana.
Me encanta tu blog, nunca he comentado y ya era hora de que lo hiciese :)
Hola Alba:
Pues gracias por pasarte :) espero que te guste, como ves la receta es muy básica, así que hay pocas probabilidades de cagarla :P
Un abrazo y muchas gracias! ^__^
Tarta sencilla que además da un buen resultado, está buenisima.