Raita de ajo y cebollino
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 5 minutos
Raciones: para 4-6 personas
Ingredientes:
♥ 2 yogures de soja sin azucarar
♥ 4 dientes de ajo
♥ 2 cucharadas de nata de soja/arroz/avena para cocinar
♥ 1 cucharada de vinagre de arroz o de manzana
♥ 1 cucharadita de tahini blanco (opcional)
♥ 1 cucharada de aceite de oliva
♥ 1/8 de cucharadita de sal
♥ una pizca de pimienta blanca (opcional)
♥ 1 cucharada de cebollino picado
Pela los dientes de ajo y quítales el nervio. Ponlos en la batidora o en un recipiente para batir con la batidora de brazo.
Bate los dientes de ajo con la sal, el aceite y el tahini (es opcional) hasta que se haga una pasta fina y añade poco a poco la nata vegetal y los yogures de soja sin azúcar. Cuando quede una crema homogénea añade el vinagre, sin dejar de batir, y la pimienta blanca (es opcional). Pruébala y añade un poco más de sal si quieres.
Pon la salsa en un bol y mézclala con el cebollino. Guárdala en la nevera hasta el momento de servir. Si puedes dejarla reposar en la nevera al menos media hora, mucho mejor, se extenderá el aroma suave del cebollino.
Esta salsa de ajo nos sirve para acompañar un montón de platos, por ejemplo unas patatas cocidas y marcadas al grill:
Nos sirve también para usarla en lugar del all i oli (con arròs a banda, patatas o lo que queráis), para eso omite el tahini y la pimienta.
No es una salsa tan cremosa como el all i oli o la veganesa, no mantiene la forma, es un poco más líquida, lo que se agradece cuando la usamos para mojar. Tiene un sabor suave y equilibrado aunque si vuestros ajos son bien potentes (como los que he usado yo :P), la salsa picará. Se puede añadir menos ajo para que no pique y servirlo recién hecho (cuanto más repose en la nevera más sabores desarrollará, pero también picará más). Sobre todo no olvidéis nunca quitar los nervios de los ajos:
La parte que se debe retirar es la que se ve en el medio de los dientes de ajo cortados, es el germen del que saldría un tallo verde y generaría una nueva cabeza de ajos (si alguna vez tenéis por ahí un diente de ajo al que le ha salido un rabillo verde podéis plantarlo). Cuando los ajos son tiernos y jóvenes este germen apenas está formado, pero los ajos que suelen vender están bastante maduros y es preferible quitarlo, tiene un sabor más amargo que el resto del ajo, pica más y se repite más que el resto del ajo (nota: si te gusta lo puedes dejar, no es obligatorio quitarlo, aunque sí recomendable).
También, si no quieres que la salsa esté muy fuerte de sabor, puedes poner menos ajo o tratar el ajo antes de añadirlo. Queda muy bien con ajos asados, cocidos o dorados a la sartén, el sabor es más suave y pica mucho menos.
El cebollino combina muy bien con el sabor del ajo y con el sabor en general de esta salsa, por eso lo he elegido. Si no tienes puedes utilizar otras hierbas como perejil o cilantro (preferiblemente frescos), menta, eneldo, hinojo (si lo quieres con un toque dulce), albahaca u orégano.
El tahini le da un toque a frutos secos muy interesante, por eso lo he usado, pero es opcional, puedes omitirlo o añadir unas semillas de sésamo tostadas por encima para un efecto parecido (bueno, la textura del tahini no es igual que la de semillas enteras tostadas, pero el aroma es similar).
Esta salsa se puede variar de muchas formas. Por ejemplo puedes utilizar cualquier bebida vegetal en lugar de la nata vegetal si quieres que sea más líquida y no tan sedosa, dándole a la vez el sabor de la leche vegetal que utilices (eso sí, usa una sin azucarar y sin sabores). Puedes añadir chilis o pimientos picantes, zanahoria rallada, tomates cherry cortados en cuartos, remolacha cocida, maíz… como en la receta de la raita de verano, se pueden hacer cientos de variaciones :)