Pan de calabacín

 

Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 1 hora (+ tiempos de reposo)
Raciones: para 1 pan de 700 g
Ingredientes:

♥ 1 calabacín mediano
♥ 400 g de harina de trigo
♥ 8 g de levadura de panadería
♥ 2 cucharadas de aceite de oliva
♥ sal
♥ una pizca de pimienta negra
♥ una pizca de tomillo
♥ 1 cucharadita de margarina vegetal

En un bol grande pon la harina, haz un hueco en el centro, pon la levadura y vierte 1/2 vaso de agua templada. Tápalo con un trapo de cocina y déjalo reposar 10 minutos.

Pela el calabacín y córtalo en rodajitas finas. Calienta el aceite en una sartén a fuego fuerte y dora el calabacín con sal, pimienta y tomillo unos 5 minutos, dándoles la vuelta de vez en cuando, hasta que estén todas las rodajitas doradas.

Remueve la levadura con el agua y ve incorporando la harina poco a poco. Añade las rodajitas de calabacín y sigue removiendo. Tendrás que añadir pequeñas cantidades de agua poco a poco para formar una masa homogénea. Cuando te cueste removerla trabájala con las manos. No pasa nada si te queda pegajosa, de hecho esto ayudará a que el gluten coja fuerza cuando lo dejemos reposar.

Unta un molde para pan con la margarina vegetal, pon la masa dentro, tápalo con un trapo y déjalo reposar toda la noche (o al menos 8 horas).

Cuando haya reposado, precalienta el horno a 190ºC. Moja la superficie con un pulverizador con agua y mételo al horno. Cuece el pan durante 40-45 minutos, pulverizando agua por encima 2 o 3 veces durante la cocción.

Saca el pan y déjalo enfriar un poco antes de desmoldarlo y servirlo.

Usos: sirve para comerlo tal cual porque tiene muchísimo sabor. También lo puedes utilizar para acompañar las comidas, como base para tostas, bruschettas y patés, etc.

* Utiliza un molde para pan adecuado. La masa, en el momento de ponerla en el molde, debe ocupar como mucho la mitad de éste. Recuerda que el pan crecerá y si el molde es demasiado pequeño, se saldrá.

* He dejado reposar la masa toda la noche para no tener que estar pendiente de amasar en varias ocasiones, de esta forma es más tiempo de reposo, pero te ahorras tener que amasar mucho. Hay más panes que se pueden hacer sin amasado, y aunque por lo general se cuecen al horno en ollas especiales, un tiempo con tapa y al final sin ella, he comprobado que para este pan en concreto, que retiene bastante bien la humedad, no es necesario cocerlo tapado.

* Pulverizar agua sobre los panes durante la cocción ayuda a que la corteza quede fina y crujiente. Puedes hacerlo también colocando en una bandeja inferior agua muy caliente.

Variantes: cambia el calabacín por otra verdura, por ejemplo espinacas, zanahoria, alcachofa, acelgas, champiñones, etc. Cuece las verduras más duras antes de ponerlas en el pan, las demás las puedes hacer a la plancha. En el caso de las acelgas con escaldarlas es suficiente, porque con la cocción del pan ya quedarán muy tiernas. El calabacín queda muy bien a la sartén porque su sabor se hace más fuerte, por eso he elegido ese método de cocción.