Huevos de chocolate
Dificultad: media
Tiempo de preparación: 15 minutos + tiempos de reposo
Raciones: para 6-8 huevos medianos
Ingredientes:
♥ 150 g de chocolate negro (sin lácteos) – 56% de cacao
♥ bolitas de chocolate o de caramelo, cacahuetes, frutos secos, etc, para poner como relleno (opcional)
* Es necesario al menos un molde para huevos de chocolate. He usado el mismo que para esta receta.
* Si tenéis un termómetro para chocolate, mucho mejor
Primero hay que atemperar el chocolate.
Pica el chocolate en trocitos pequeños a mano o con la picadora.
Prepara un bol o cacito para repostería para el chocolate y otro más grande lleno hasta la mitad con agua muy caliente (80ºC). Pon la mitad del chocolate en el cacito pequeño y éste sobre el grande, procurando hundirlo un poco pero que no se salga el agua ni entre dentro del cacito, lo que necesitamos es que el chocolate que hay dentro del cacito reciba el calor del agua. Remueve el chocolate lentamente hasta que se haya derretido por completo (que no pase de 50ºC). Saca el cacito, añádele la otra mitad del chocolate y remuévelo hasta que esté casi todo el chocolate derretido. No pasa nada si quedan trocitos (en este punto el chocolate ha de estar a unos 26-27ºC).
Vuelve a pasarlo al cazo con agua caliente (si se ha enfriado mucho tendrás que volver a poner agua caliente) y remuévelo hasta que se derrita todo y quede suave, sedoso y brillante (tiene que estar a unos 32-34ºC).
Con una cucharilla o con un pincel de repostería unta los moldes de huevo por dentro, llegando bien hasta los bordes (si haces los bordes muy finos, después se te quedará abierto) y deja que se endurezca en un lugar fresco y seco (no lo metas en la nevera hasta que no pasen por lo menos 20 minutos).
Si la capa de chocolate que has hecho es muy fina, dale una segunda capa y de nuevo déjalo enfriar.
Si el chocolate derretido se endurece durante el proceso, vuelve a derretirlo al baño maría como hemos hecho al principio, pero con el agua no tan caliente.
Para desmoldarlos basta con dar la vuelta al molde sobre una superficie lisa, limpia y fresca, dejándolo caer unas cuantas veces. Se puede ayudar un poco doblando ligeramente los moldes (con cuidado de no romperlos ni romper los huevos de chocolate). Si no salen bien de los moldes, mételos en la nevera 10-15 minutos más.
Para pegar las mitades de los huevos he atemperado un poquito más de chocolate y he metido las mitades por el lado abierto, de forma que se pringuen de chocolate los bordes, y después rápidamente lo he pegado con otra mitad. Esto es preferible hacerlo rápido y con las manos frías.
Para rellenarlos basta con poner lo que queramos en la mitad que no metamos en el chocolate, por ejemplo bolitas de caramelo o de chocolate, frutos secos, estrellitas de colores o lo que queráis. Después de pegarlos dejadlos en el molde para que no se muevan, en un lugar fresco y seco, para que se endurezca la “soldadura” de chocolate que hemos hecho.
Y… ya está :D
La verdad es que esta receta no tiene mucha complicación. Os he puesto que “dificultad media” por aquello de atemperar el chocolate, que no tiene mucho misterio tampoco (podéis ver un tutorial aquí). No hay un método único para atemperar el chocolate porque hay muchas cosas que influyen: tipo y calidad del chocolate, temperatura y humedad ambiente, utensilios, cantidad y tamaño de los trozos de chocolate, etc., así que podéis atemperarlo de otras formas como enfriándolo sobre mármol, al microondas o como queráis, si lo buscáis en google encontraréis unas cuantas formas diferentes. Yo os he puesto esta porque es lo que hago siempre con ese chocolate. Con chocolates más puros (con más porcentaje de cacao) varío la temperatura del agua del baño maría porque además necesitan más calor, y sólo dejo sin derretir 1/3 del chocolate.
Como el chocolate se tiene que endurecer a temperatura ambiente, procurad hacerlo en días en los que no haga demasiado calor. En mi cocina suele hacer bastante frío y este chocolate lo he hecho cuando hacía 18ºC, así que el agua se enfriaba rápidamente y el chocolate también tardaba poco en endurecer (30 minutos). Tenedlo en cuenta porque puede que necesitéis varias horas para que los huevos os queden perfectos.
Para el nido de caramelo sólo hay que tostar azúcar. También se puede hacer de varias maneras, y con agua y sirope de maíz si lo queremos más elástico y blanquito, pero basta con poner azúcar (1/2 taza por ejemplo) en un cazo de fondo grueso a fuego medio y dejar que se deshaga y tome un poco de color (hay que remover el azúcar que queda sin deshacer por encima). No hace falta que se tire un rato hirviendo, con que se haya deshecho todo el azúcar es suficiente. Después hay que dejarlo enfriar lo suficiente como para que, al meter un tenedor y sacarlo, deje hilos de caramelo y no caiga completamente líquido. Yo lo he ido agitando y enrollando en una chaira y cuando he tenido cantidad suficiente, he hecho la forma con las manos, uniendo los extremos para formar un nido. Adicionalmente se pueden hacer tirabuzones de caramelo cogiendo cantidades más grandes y enrollándolas en la chaira (se enfría enseguida). Si vives en una zona con mucha humedad, tu caramelo se empezará a deshacer en pocos minutos, sobre todo las partes más finas.
Estos mismos huevos se pueden hacer con chocolate blanco vegano (casero o comprado), también teniendo cuidado con la temperatura (unos 43ºC, aunque depende de la cantidad de manteca de cacao y del resto de ingredientes).
Podéis mezclar chocolate blanco y negro en el molde, poniendo una franja de cada color y dejarlo tal cual, o removiéndolo con la cuchara para un efecto marmolado, que quedará muy bonito.
Si os sobra chocolate podéis ponerlo en un cono hecho con papel de horno (o una bolsa de congelación con una esquinita cortada) y hacer dibujitos y filigranas sobre los huevos. Se le pueden pegar cosas, como estrellitas y corazones comestibles, o cualquier otra decoración que hagáis con chocolate.
También se pueden hacer a la inversa, en lugar de untar un molde por dentro, hacerlo por fuera:
Este está hecho con un globo de los pequeños (globo de agua o “de peseta” :P). Después de inflarlo (no del todo) le he dado un masajito con aceite de girasol y lo he llenado de hilos de chocolate hechos con una bolsita de congelación a la que le corté una esquinita (un trocito muuuuuy pequeño, que si no sale demasiada cantidad de chocolate). Se deja enfriar a temperatura ambiente y después a la nevera un ratito. Si la diferencia de temperatura entre el ambiente y la nevera es muy grande, el globo se os puede arrugar en la nevera (el aire dentro del globo se contrae con el frío y se expande con el calor).
Una vez sólido, se hace un pequeñísimo corte debajo del nudo del globo, sujetándolo para que no explote, y que el aire vaya saliendo muy poquito a poco mientras ayudamos con un cuchillo a despegar las partes que se queden pegadas y corran peligro de romperse (las más finas). Cuando se haya despegado todo y el globo se haya deshinchado, se retira y ya está :)
Pues no sé qué más decir, es de las cosas más fáciles que se pueden hacer con chocolate y que queden así de bonitas. De todas formas, si tenéis alguna duda o algún problema con el chocolate, pues poned un comentario ;)
Hola, una pregunta. Al fundir el chocolate, no se le puede agregar leche vegetal? Para que no sea sólo choco amargo.