Gnocchi alla romana
Dificultad: media
Tiempo de preparación: 20 minutos + tiempos de reposo
Raciones: para 3-4 personas
Ingredientes:
♥ 80 g de semolina fina de trigo
♥ 1 cucharada de aceite de oliva o margarina vegetal (usa lo que quieras, sólo cambia ligeramente el sabor)
♥ 350 ml de leche de soja (u otra bebida vegetal)
♥ 1 cucharada de harina de garbanzos
♥ 2 cucharadas de almidón de maíz (maicena)
♥ ¼ de cucharadita de sal
♥ 2 cucharadas de levadura de cerveza desamargada
Para gratinar y servir:
♥ 2 cucharadas de aceite de oliva
♥ 2 dientes de ajo picados (sin nervio)
♥ 1 cucharadita de perejil fresco picado
♥ 2 cucharadas de queso vegano casero o comprado, rallado (opcional)
Antes de nada prepara un molde cuadrado o rectangular de al menos 20×20 cm untándolo ligeramente con margarina vegetal o aceite o poniendo una lámina de papel para hornear.
Pon en una cacerola mediana 300 ml de leche de soja con el aceite o margarina y la sal, mézclalo y ponlo a fuego fuerte hasta que empiece a hervir. Baja el fuego al mínimo y añade, poco a poco y sin dejar de batir con un batidor manual de varillas (de los de globo), la sémola de trigo hasta que se haya mezclado perfectamente y no queden grumos.
Mezcla los 50 ml de leche de soja que quedan con la harina de garbanzos y el almidón de maíz y añádelo a la cacerola removiendo rápidamente para evitar que se pegue o se formen grumos. Añade también la levadura de cerveza y mézclala. Puedes subir un poco el fuego y seguir removiendo con una cuchara de madera hasta que la mezcla coja bastante consistencia y sea difícil de remover (serán unos 4 minutos a fuego lento-medio).
Vierte la masa en el molde que habías preparado al principio, extendiéndola bien con una cuchara o una espátula (si la mojas con aceite te será más fácil porque no se pegará tanto) hasta que tenga un grosor de entre 1 y 1,5 cm. Si tu molde es grande posiblemente la masa no te llegue a todos los extremos sin sacrificar en grosor, pero no pasa nada si no llega hasta los bordes, lo importante es que quede una masa gruesa porque después tendremos que cortarla para hacer los gnocchi, y si es muy fina no quedará igual de bien (tenderá a deshacerse o a apegotonarse al hacerla al horno).
Deja que se enfríe por completo (puedes meterla en la nevera).
Corta la masa en círculos con un cortapastas o cortador de galletas que no sea muy grande (4 cm de diámetro está bien). Procura hacer los círculos bien juntos para que no sobre nada.
Precalienta el grill del horno para gratinar (si tiene regulador o diferentes temperaturas, a temperatura media).
Mezcla en un bol pequeño el aceite, ajo, perejil y queso vegano (es opcional).
Coloca los gnocchi en una fuente o bandeja apta para horno y vierte por encima la mezcla de aceite, ajo y perejil, procurando que llegue a todos los gnocchi. Mételo al horno a altura superior (cerca de la parte superior que gratina, pero sin que llegue a tocarlo) y gratínalo 5-6 minutos o hasta que veas que se tuestan los gnocchi (no dejes que se queme el ajo).
Sácalo con cuidado y sírvelo caliente.
Una vez cortados (antes de gratinarlos) se pueden guardar en un recipiente cerrado en la nevera (aguantan unos 3 días) o congelar (hasta 6 meses), aunque hay que descongelarlos antes de usar, teniendo cuidado al separarlos, preferiblemente mientras sigan muy fríos, para evitar que se rompan.
La preparación es muy parecida a hacer polenta (echa un vistazo a los palitos de polenta) pero con sémola fina de trigo en lugar de sémola de maíz y cocido con leche (vegetal) en lugar de agua. Los gnocchi alla romana o gnocchi di semolino originales llevan también huevo, que ayuda a cuajar la masa y hacerla más jugosa (para eso uso en esta receta leche de soja con su lecitina, harina de garbanzos y almidón de maíz), y parmesano rallado (para dar sabor, aquí lo sustituyo por levadura de cerveza desamargada). Os recomiendo usar para esta receta el almidón de maíz en lugar de tapioca o patata ya que forma un gel más duro que los otros almidones, y nos ayudará a que la masa quede elástica y no quebradiza ni demasiado blanda.
A diferencia de los gnocchi que seguramente tendremos en mente (esos pequeños trocitos de masa de patata), estos se hacen con sémola, no se añade patata y no hay que preocuparse mucho porque se deshagan al cocerlos porque no necesitan cocción posterior. Quedan cremosos aunque no tan elásticos, podemos añadir más sabores como pimienta negra o nuez moscada, y acompañarlos con queso vegano, ajo, perejil y aceite de oliva en lugar de cocerlos y servirlos con salsa (aunque quedan muy bien con una salsa ligera de tomate). Si nunca has hecho gnocchi o pasta casera, es una buena manera de empezar ;)
Estos gnocchi tan peculiares son típicos de la región de Lazio principalmente, aunque también de otras regiones (con sus pequeñas variaciones) como Trentino, donde también se hacen canederli di gries, unos gnocchi más pequeños que se sirven en caldo o con salsa, o Sardinia, donde se llaman pillas y se suelen servir gratinados con ragú y pecorino.
Como cada un@ hace lo que quiere en su casa, podéis acompañarlos con lo que os dé la gana, por ejemplo con un guiso de seitán o un caldo de miso. ¿Por qué no? ;)