Canelones de verdura y bechamel con salsa de cheddar vegetal
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 45 minutos
Raciones: para 4 personas
Ingredientes:
♥ 1 paquete de placas de pasta para canelones (sin huevo) (20 unidades)
♥ 1/2 pimiento italiano verde
♥ 1/4 de pimiento rojo grande
♥ 1/2 puerro mediano
♥ 1/2 calabacín mediano (~100g)
♥ 4 cucharadas de harina de trigo
♥ 2 cucharaditas de maicena
♥ 1 taza de leche de soja
♥ 3 cucharadas de aceite de oliva
♥ 1/2 cucharadita de sal
♥ 1/4 de cucharadita de nuez moscada
♥ una pizca de pimienta negra molida
Para la salsa:
♥ 1 pimiento rojo asado en aceite de oliva
♥ 1 taza de leche de soja
♥ 4 cucharadas de levadura de cerveza desamargada
♥ 1 cucharada de vinagre de manzana
♥ 1 cucharadita de mostaza
♥ 2 cucharaditas de cebolla en polvo
♥ 1 cucharadita de ajo en polvo
♥ 1/4 de cucharadita de sal
Pon a hervir 1 litro de agua en una cacerola mediana. Cuando entre en ebullición fuerte apaga el fuego y vierte el agua en una fuente, bandeja o molde rectangular y sumerge en ella, con cuidado, las placas de pasta. Si tu pasta es de las que no necesita cocción, mira las instrucciones del paquete para ver cuántos minutos es necesario que esté a remojo la pasta. Si son placas normales, como en mi caso, las dejaremos hasta que se ablanden, unos 20 minutos, moviéndolas con cuidado de vez en cuando.
Mientras se ablanda la pasta prepararemos el relleno.
Lava muy bien las verduras y pícalas en trocitos pequeños. Pon una sartén mediana o grande a fuego medio-alto con el aceite y añade primero los pimientos, después el puerro y por último el calabacín. Espolvorea con la sal y la pimienta negra. Cuando empiece a dorarse el puerro y el calabacín baja el fuego a medio-bajo y añade poco a poco la harina de trigo, removiendo para que se impregnen bien todas las verduras. En un vaso aparte mezcla un poco de la leche de soja (100 ml o medio vaso está bien) con la maicena, remuévelo para que se diluya y agrégalo a la sartén. Si ves que se evapora muy rápidamente baja un poco más el fuego. Remuévelo bien y sigue añadiendo poco a poco el resto de la leche de soja, procurando que no queden grumos, y la nuez moscada, mezclándolo suavemente hasta formar una crema bastante densa, casi como para hacer croquetas. Apágalo y ponlo a enfriar en un lugar fresco.
Para hacer la salsa lo único que necesitamos es la batidora. Quítale la piel al pimiento si aún la tiene, ponlo en el vaso de la batidora (o en un recipiente para batidora de brazo) junto con todos los ingredientes y bátelo 2-3 minutos, hasta que quede una crema homogénea, sin grumos, sin textura arenosa. Más o menos como una bechamel de color naranja, suave y cremosa. Si te ha quedado muy densa puedes añadir más leche de soja.
Precalienta el horno a 190ºC.
Comprueba que las placas para canelones están tiernas, o al menos se pueden manejar y enrollar sin que se rompan. Ve tomando cucharadas del relleno de verduras con bechamel que hemos hecho, extiéndelas en un lado de la pasta, de arriba a abajo y enróllala. Si el relleno que has hecho estaba muy denso y se ha enfriado bastante puede que esté más duro y maleable, en ese caso ve tomando cada vez una cucharada con la mano, dale forma de cilindro y enróllalo con la placa de pasta. Coloca los canelones que vayas haciendo en una fuente de horno mediana.
Cuando termines de enrollarlos y colocarlos, vierte por encima la salsa cheddar vegetal y mételo al horno 8-10 minutos a 190ºC. Pasado ese tiempo puedes ponerlo a gratinar 2-3 minutos (gratinado fuerte) siempre vigilándolo para que se tueste y se formen burbujas, pero no se queme.
Servir caliente con unas hojas de orégano o tomillo.
Esta es la receta que os prometí cuando subí la de Cheetorrones. Quedan bastante ligeros, entran solos, el relleno se hace crema en el horno y entre eso, la salsa y el aroma son irresistibles. La diferencia con la salsa de los cheetorrones es que no he utilizado almendras ni anacardos, sino leche de soja, ni he hecho el roux ni añadido cúrcuma. He batido los ingredientes más potentes en sabor y añadido una pizca de vinagre para lograr el punto de acidez necesario. La idea es que la crema no se endurezca ni solidifique mientras se calienta todo en el horno, sino que, como la bechamel, espese un poco y gratine bien, y para ello tenía que hacer una salsa con un alto contenido de agua. Lo podéis hacer con leche de arroz, leche de almendras, de avena o la que queráis siempre que no sea dulce o con sabores. Lo mismo digo para el relleno, en lugar de leche de soja podéis usar la bebida vegetal que queráis.
También para el relleno podéis cambiar la harina de trigo por harina de maíz, de espelta, de avena, etc.
La cantidad de salsa y su color también dependerán del tamaño del pimiento que hayáis usado. El que he usado yo era más bien grande, de ahí que esté tan rojo.
Os recomiendo echar un vistazo a las notas que dejé en la receta de Cheetorrones (más que nada por no repetir lo mismo acerca de este queso vegetal).
Esta misma receta la podéis utilizar para hacer lasagna, dejando más líquido el relleno (menos harina). Si la hacéis sin nada de pasta, sólo con las verduras con bechamel extendidas en un molde pequeño o mediano para horno, y por encima la salsa de cheddar vegano (también gratinando) os queda un dip estupendo para comer con nachos o tostas (muuuuuy recomendable). Añadidle unas patatas cocidas, soja texturizada doradita a la sartén o berenjena a la plancha, también sin la pasta, y tendréis una magnífica casserole que agradeceréis en invierno.
Otra variante podría ser utilizar las verduras con bechamel como relleno para empanadillas y servirlas con la crema de queso vegetal.
Esta receta os sirve para muchos platos diferentes, sólo hay que echarle ganas y un poco de imaginación :)