Bolitas de patata

Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 40 minutos
Raciones: para 35-45 medianas
Ingredientes:

♥ 600 g de patatas pequeñas (patatas nuevas o de guarnición)
♥ 1 cucharada de nata de soja/avena/arroz para cocinar
♥ 2 cucharadas de almidón de maíz (maicena)
♥ 3 cucharadas de pan rallado
♥ 1 diente de ajo grande
♥ 1 cucharadita de albahaca fresca picada
♥ 1 cucharadita de mejorana fresca picada
♥ ½ cucharadita de sal
♥ ½ taza de harina de trigo
♥ ½ taza de harina de almendras o almendras molidas
♥ aceite de girasol para freír

Lava las patatas muy bien debajo del grifo cepillándolas con un cepillo suave para quitar la tierrecilla que pudiesen tener adherida a la piel. Pon las patatas bien lavadas en una cacerola mediana o grande y llénala hasta las 3/4 partes de su capacidad (nota: si el agua no cubre todas las patatas, utiliza una cacerola u olla más grande). Ponlo a fuego fuerte y cuando empiece a hervir baja el fuego a lento-medio. Deja que se cuezan las patatas 12-16 minutos (dependerá del tamaño de las patatas). Para comprobar si están hechas pincha una de ellas con una brocheta de bambú e intenta atravesarla de lado a lado. Si puedes atravesarla sin mucha dificultad, están hechas.

Escurre las patatas y deja que se templen.

Pela el diente de ajo, córtalo por la mitad a lo largo y quítale el nervio. Pícalo bien fino o machácalo.
Pela las patatas mientras aún están templadas y ve poniéndolas en un bol o recipiente mediano.
Machaca las patatas con un tenedor (no hagas un puré fino, sólo machácalas y que no queden trozos grandes). Añade el ajo, la sal y las hierbas y remuévelo bien. Agrega el pan rallado y la nata vegetal y mézclalo. Por último añade el almidón de maíz y mézclalo bien. La masa tiene que tener una buena consistencia para poder formar bolitas con las manos, pero sin estar dura y seca. Si está demasiado blanda puedes añadir más almidón de maíz. Si por el contrario la notas muy seca añade un poco más de nata vegetal (1 cucharadita cada vez y mezclar bien).

Calienta abundante aceite en una sartén mediana (lo suficiente como para cubrir al menos hasta la mitad las bolitas) a fuego medio-alto (cuando pongamos las bolitas tiene que estar a 170-175ºC).

Pon en un bol o un recipiente aparte la harina con las almendras molidas y mézclalo bien. Forma bolitas de masa de patata con las manos, que no sean demasiado grandes (2 cm de diámetro está bien) y pásalas por la mezcla de harina y almendras, procurando que queden bien cubiertas por todos los lados.
Cuando el aceite esté caliente fríe las bolitas por tandas (las que te quepan en la sartén, dejando espacio entre ellas) 2-3 minutos, moviéndolas de vez en cuando, hasta que se doren bien.
Sácalas con unas pinzas o una espumadera a un plato o un bol con doble capa de papel de cocina absorbente.

Una vez hechas todas puedes servirlas como aperitivo, como acompañamiento o como guarnición, o puedes esperar a que se enfríen y congelarlas.

Con 600 g de patatas salen un montón de bolitas, siempre que las hago aprovecho para congelar una parte. Para usarlas las dejo descongelar en la nevera el día anterior y después las caliento en el microondas o a la plancha (moviéndolas constantemente) antes de servirlas o de añadirlas a un guiso (con champiñones en salsa quedan muy bien).

Tienen un sabor suave y una textura muy cremosa, son muy agradables tanto para picar como para acompañar otros platos. Quedan estupendas servidas con salsas de sabores fuertes. Por ejemplo la salsa marrón que veis en las fotos está hecha con 2 dientes de ajo picados, 2 cucharadas de salsa de soja, 1 cucharada de vinagre de arroz y 1 cucharadita de vinagre de sésamo + 150 ml de agua, calentado todo junto 45 segundos al microondas. Es la salsa con la que más me gustan estas bolitas :)

No quedan nada grasientas siempre que la masa tenga la humedad apropiada, un buen rebozado, y el aceite esté bien caliente. La masa ha de notarse húmeda pero no líquida ni tan blanda que no se le pueda dar forma con la mano. Al pasarla por la mezcla de harina y almendra tiene que adherirse bien esta mezcla por toda la superficie y quedar una cobertura blanca con la que no se vea la superficie de patata. Después, al freírlas, tenemos que procurar que el aceite se mantenga a la temperatura correcta. Siempre se puede hacer la prueba con una bolita. La pones en el aceite y si no empieza a freírse inmediatamente, el aceite aún no está tan caliente. Por el contrario, si pones la bolita y se fríe de inmediato, dorándose muy rápidamente (en menos de 10 segundos), el aceite está demasiado caliente. Ten en cuenta también que al meter las bolitas, que están más frías que el aceite, haremos que baje un poco la temperatura. Por eso para algunas recetas es mejor freír en tandas pequeñas (nota: puedes leer más sobre cómo freír aquí).
Si la masa está demasiado blanda y húmeda se nos romperán las bolitas al freírlas. Y si está demasiado seca le entrará aceite al interior por las grietas que se formarán al evaporar la poca humedad que contienen. Las cantidades de ingredientes que os he puesto son las que yo uso, pero puede que utilicéis otra variedad de patata (como no lo suelen especificar… las mías suelen ser mezcla) y os quede un poco más seco o un poco más cremoso. También puede quedar más húmedo si os pasáis cociendo las patatas (la piel se rompe y la patata se deshace un poco).

Se puede variar la receta para adaptarla a vuestros gustos o a lo que tengáis en casa. Por ejemplo las hierbas. Podéis usar perejil y orégano, romero y albahaca, añadir pimienta negra, nuez moscada o lo que se os ocurra y os apetezca. Para hacerlas al curry basta con agregar 1 cucharadita de curry en lugar de las hierbas.

Para el enharinado podéis usar el que os pongo en la receta (que queda genial) o una mezcla de otras harinas que queden densas y crujientes pero que no crezcan (que no lleven levadura o bicarbonato), porque si no se nos despegará el enharinado cuando las pongamos en la sartén.
Por ejemplo podéis usar harina de maíz + harina de arroz, harina de trigo + harina de maíz, harina de maíz + sémola de trigo extrafina, harina de trigo + sémola fina de maíz… También se pueden pasar sólo por almidón de maíz, pero la capa será más fina y se os pueden abrir las bolitas mientras se hacen.

Con la nata vegetal os quedarán mucho más cremosas que con leche de soja u otras leches vegetales, por eso os lo he puesto en la receta. Podéis aumentar la cantidad de nata vegetal según la humedad que va adquiriendo la masa, y rectificarla con almidón y pan rallado. También os quedarán muy cremosas si le añadís tofu duro (muy bien escurrido, prensado y batido con la batidora), legumbres (cocidas, muy bien escurridas y machacadas) o bechamel (deja que se enfríe antes de añadirla a la masa). Ya puestas también podemos ponerle verduras picadas (en brunoise y que sean verduras que no suelten mucha agua al cocinarlas), sobre todo si tenemos por ahí trocitos que se están arrugando (zanahoria, pimiento, cebolleta, etc). Todo esto cambia la textura y el sabor de las bolitas, aunque yo las prefiero como os he puesto en esta receta, que quedan muy  bien, suaves, cremosas, tiernas, pegan con todo… ¿se nota que me encantan? :D

han probado a hacer esta receta

* Aquí puedes ver la versión que hizo @lachicadelanden, ¡gracias!