Bizcocho de arándanos y pasas
Dificultad: media
Tiempo de preparación: 50 minutos
Raciones: 16-20 porciones
Ingredientes:
♥ 1 yogur de soja de frutas del bosque
♥ 200 ml de leche de soja
♥ 1 taza y 1/2 de harina integral de trigo
♥ 2 cucharadas de maicena, harina de tapioca o de arroz glutinoso
♥ 1/2 taza de azúcar
♥ 1 cucharada y 1/2 de margarina vegetal
♥ 1 cucharada de azúcar vainillado
♥ 1/2 taza de azúcar
♥ 100 g de arándanos deshidratados (déjalos en agua 30 minutos antes)
♥ 100 g de pasas
♥ 1 cucharadita de levadura de repostería
♥ 1 cucharadita de bicarbonato
♥ un poco de margarina vegetal y harina para el molde
Deja todos los ingredientes fuera de la nevera, para que estén a temperatura ambiente, al menos media hora antes de empezar.
Precalienta el horno a 175ºC.
Unta el interior del molde con una fina capa de margarina y después espolvorea con un poco de harina, procurando cubrir bien los bordes. Yo he usado un molde mediano redondo con agujero enmedio.
Mezcla por un lado la harina integral de trigo con la levadura y el bicarbonato. Por otro lado, bate con un tenedor o unas varillas (a mano) la margarina, hasta que quede “a punto de pomada” (muy cremosa y manejable), y mézclala bien con el azúcar vainillado.
En un bol más grande, donde haremos toda la masa, vierte el yogur de soja de frutas del bosque y bátelo con un batidor de varillas (preferiblemente a mano) para ahuecarlo y que quede esponjoso. Agrégale la mezcla de margarina y bátelo con brío para que se mezcle bien. Añade poco a poco la media taza de azúcar.
Escurre los arándanos, mézclalos con las pasas y cúbrelos con las 2 cucharadas de maicena, removiendo bien para que se impregnen todos los arándanos y todas las pasas.
Volviendo a nuestro bol de masa, añade poco a poco y por turnos la leche de soja y la mezcla de harina, siempre batiendo para que se mezcle todo y quede esponjoso. Cuando te quede la mitad tanto de leche de soja como de harina, agrega las pasas y arándanos cubiertos de maicena y sigue añadiendo un poquito de leche de soja y un poquito de harina, hasta acabar con ambos. Si te queda algún grumo puedes seguir batiendo un poco más, si no, vierte la masa en el molde y alisa la superficie con una espátula de silicona. Mételo al horno a 175ºC durante 35-40 minutos. Puedes mirar si está hecho cuando lleve como mínimo 30 minutos, que veas que la masa ha subido y está ligeramente dorada. Abre el horno y clávale al bizcocho un palillo (cuanto menos tiempo tardes en hacerlo, menos calor perderá el horno). Si sale limpio, es que ya está hecho y puedes sacarlo. Si sale manchado de masa, déjalo de 5 a 10 minutos más. Tiene que quedar doradito y esponjoso.
Sácalo y déjalo enfriar en un lugar fresco y seco. Puedes ponerlo sobre una rejilla.
Si hay algo que me encanta de hacer tartas y bizcochos es el olor que dejan en toda la casa. Pues este bizcocho (junto con el de limón, todo hay que decirlo) se lleva el premio al mejor olor y al que da más ganas de que esté hecho. Tanto es así que ha durado 10 minutos en la mesa. Tiene “ese algo” que es puro vicio, cuyo responsable es, en gran parte, el yogur de frutas del bosque. En concreto el de marca Hacendado (Mercadona), sin trocitos, que es abrir la tapa y hacérsete la boca agua. Es especial, en serio, este bizcocho es especial. Primero por el tema del aroma y sabor a yogur, pero vayamos por partes.
La masa la he hecho, como podéis ver en la receta, con harina integral de trigo. Es esa que se suele mirar con recelo y decir “otro día”. Pues con esa. Y el bizcocho no sabe “a cartón”, “a dietético”, “a light” o “como a suela de zapato”. Nadie sabía que era integral hasta que lo dije. Gracias a los ingredientes que usamos (el yogur, la margarina bien batida, la leche de soja, los arándanos…) la textura no es áspera, sino todo lo contrario: muy esponjosa, nada seca; y el sabor es igual que si hubiésemos puesto harina de trigo normal (ahora diréis que por qué no he puesto harina de trigo normal y corriente… ¡pues porque no! :P). Os animo a que vayáis al mercado y compréis harina integral, que no muerde. Prometido.
Los arándanos y las pasas los hemos cubierto con maicena (podéis usar almidones similares, como la harina de tapioca o la de arroz glutinoso) para que, al cocinar la masa, no se nos queden en el fondo del molde. De esta manera al batir la masa a mano se quedan desperdigados y a diferentes alturas del bizcocho. El truco también sirve con cualquier otra fruta en trocitos pequeños. Además, teníamos que agregar un poco de harina que aglutinase y gelatinizase, que es lo que hace la maicena, y así nuestro bizcocho conservaría la humedad durante la cocción y no quedaría “duro, seco y rasposo” sino tierno y tragable.
Sólo con harinas no hacemos un bizcocho. Al principio he mencionado el yogur, y también tiene una parte importante otro líquido que es la leche de soja. Siempre os pongo en la receta la leche vegetal que he usado, que suele ser de soja, porque es más barata, más fácil de conseguir y porque contiene lecitina, un buen emulgente. Y pensaréis que para qué queremos un emulgente en nuestro bizcocho. Pues para que nos quede más bueno que el pan, más rico que al vecino y más profesional que a la pastelería de la esquina. En los bizcochos mezclamos grasas (margarina o aceite) con agua (yogur, leche de soja, zumo, etc), y como normalmente no se mezclan (el aceite o la grasa siempre quedan por encima, perfectamente separados del agua), pues necesitan un par de ayuditas para mezclarse: la mecánica (a mano, cuando batimos) y la de un emulgente (la lecitina). Es decir, creamos una emulsión, igual que la veganesa (mayonesa hecha con leche de soja en lugar de huevos o leche de vaca). La margarina que uses seguramente también llevará algo de lecitina, pero puesto que la mayor parte de la masa será harina y líquido, necesitamos añadir algo más de emulgente. La leche de soja nos hace el arreglo. Gracias a que la masa queda bien ligada, y no cortada, nos queda un bizcocho con más cuerpo, más volumen, más suave y con mejor sabor. Además, al ser uno de los líquidos que añadimos, le estamos dando una buena hidratación, totalmente necesaria para hacer un bizcocho (y no engrudo).
Si quieres usar leche de arroz, de almendra, de avellana o cualquier otra bebida vegetal, puedes hacerlo, que te quedará bien también, aunque no contengan lecitina. Pero puedes añadir una cucharadita de lecitina para mejorarlo.
Como la masa es bastante pesada, además de la cucharadita de levadura de repostería, he añadido otra más de bicarbonato, contradiciendo la regla de “1 cucharadita de levadura por cada taza de harina”. Puedo hacerlo. Es una masa densa con harina integral, con trocitos de frutas… con un poco más de lo que toca nos queda perfecto. En la cocina nada es perfectamente exacto y no hay una fórmula que sirva para todo. Depende mucho de los ingredientes que pongamos, de cómo lo hagamos, del método de cocción… lo importante es conocer al detalle cada uno de los ingredientes y cómo se comporta al mezclarlo con los demás, y con los diferentes tipos y tiempos de cocción. No es complicado, sólo necesitas tener un poco de curiosidad ;)
Para terminar, deciros que todos los ingredientes los podéis encontrar en supermercados y tiendas de barrio, que es un bizcocho que sale muy barato y que tenéis que probarlo, que no es complicado (aunque os haya puesto que tiene dificultad media) y que se cocina rápido ;)
Que ricas estas combinaciones en los bizcochos ..me encantan bsssMARIMI
Hola, tengo una duda, la medida de taza/cucharada que usas es la inglesa? al poner la leche en ml no me queda claro que sistema estas utilizando, me surgio la misma duda cuando hicimos el pan de canela y no me atrevi a preguntar, es una pena, me gustaria mucho probar la receta asi que si me lo puedes aclarar te lo agradeceria muchisimo!
Un saludo,
maria.
Hola Maria:
Utilizo tazas de 250 ml de capacidad, como cucharada la clásica cuchara de mesa, y como cucharadita la cuchara pequeña (salvo que especifique que son cucharaditas de té). Aquí tienes una tabla con las medidas que uso para líquidos: http://www.creativegan.net/archives/tabla-para-medir-liquidos-por-volumen/ y aquí unas equivalencias básicas: http://www.creativegan.net/archives/tabla-para-la-conversion-de-medidas/
Un abrazo!
de acuerdo muchas gracias! al final he buscado la conversion para cada ingrediente y ha salido buenisimo y esponjoso, no paro de atacarle..
jejeje me alegro! la verdad es que es de mis favoritos :)
Si le haces foto, pásame el enlace o cuélgala en Facebook: https://www.facebook.com/creativegan
Un abrazo!
Harina integral y sólo cucharada y media de margarina? Qué bien! :)
Y queda húmedo y esponjoso? Tengo que hacerlo sí o sí…
Dos preguntas, a ver si me puedes ayudar…
– ¿sabes si puedo usar goma guar para reducir la grasa en los bizcochos?
– ¿puedo hacer este bizcocho en forma de muffins?
Muchas gracias, este blog es la caña
Hola Javi!
Pues sí, queda húmedo y esponjoso (aunque la foto no sea muy allá…) :D
En principio sí puedes usar goma guar para reducir (que no sustituir completamente) la grasa, habría que ver el resto de ingredientes de la masa y posiblemente añadir algo más de líquidos para que el efecto sea similar al que tiene la margarina por ejemplo. Otra cosa que se puede usar es plátano muy maduro machacado o manzana hecha puré, usando cualquiera de ellos se puede reducir la cantidad de grasa y de azúcares. Puedes echar un vistazo al libro de galletas, en el que explico un poco más (es para galletas, por lo que algunas advertencias, sobre todo referidas a la textura, pueden no aplicarse para bizcochos, que sí nos interesa que sean tiernos).
Se puede usar esta misma masa para muffins sin problema :) (recuerda que será menos tiempo de cocción).
Un abrazo y gracias!