Pela la calabaza y córtala en trozos medianos (quita también las semillas). Lávala bien y ponla en una bandeja para horno.
Precalienta el horno a a 200ºC con calor arriba y abajo.
Vierte el aceite sobre los trozos de calabaza y mézclalo bien. Pon todas las especias en una bolsa de congelación.
Mete los trozos de calabaza en la bolsa, ciérrala con la mano y agítala bien para que todos los trozos se cubran bien de especias.
Pasa la calabaza de nuevo a la bandeja para horno.
Asa la calabaza al horno, a altura media, a 200ºC con calor arriba y abajo durante 30-35 minutos, hasta que esté tierna (dependerá del tamaño de los trozos). Puedes pincharla con un tenedor para comprobarlo.
Sácalo y sírvelo como acompañamiento, como guarnición o para preparar otros platos.
Notes
Varía las especias a tu gusto, puedes usar las que más te gusten o las que tengas por casa.