Tuesta las avellanas en una sartén a fuego lento-medio moviéndolas de vez en cuando hasta que cojan un poquito de color (al horno son 10-15 minutos a 180ºC).
No dejes que se tuesten mucho ni se quemen, solo queremos desecar la superficie rápidamente y calentarla para desprender la piel.
Retíralo del fuego y pon las avellanas en un trapo limpio. Deja que se templen un poco.
Cierra el trapo, agítalo y frótalo para despegar las pieles de las avellanas.
Pon las avellanas en una batidora de vaso y bátelas hasta que se conviertan en una pasta suave y aceitosa, sin trocitos. Serán de 5 a 15 minutos batiendo.
Pica finos los chocolates y atempéralos (derritiendo al baño maría).
En un cazo aparte calienta la bebida de soja, cacao y vainilla a fuego lento removiendo para disolverlo bien. No tiene que hervir, solo quedar templado.
Mientras bates de nuevo la manteca de avellanas añade el chocolate derretido.
Añade la bebida de soja con cacao poco a poco sin dejar de batir hasta que quede una crema homogénea, sedosa y densa.
Pasa la mezcla a un recipiente para enfriarla y guardar. Puedes usarla cuando se enfríe, que tendrá la textura que queremos.
Notas
Guárdala en la nevera en un envase bien cerrado. Te dura 3-4 días.