Escurre muy bien el tofu, ponlo en un trapito fino limpio (o doble muselina), ciérralo y apriétalo para sacar la mayor cantidad posible de agua, retorciendo la parte superior y apretando el tofu hasta que dejen de salir chorritos de agua. Tiene que quedar bastante seco, de los 400 g a mí me quedaron 290. Ponlo en un bol grande o en el vaso de la batidora y bátelo junto con el almidón de maíz y todas las especias y hierbas.
Mezcla la avena con 1,5 tazas de agua y caliéntalo, removiendo constantemente, hasta que se forme una pasta difícil de remover (muy espesa y densa). Al microondas serán alrededor de 2,5 minutos a máxima potencia, parando para remover un par de veces. Si lo haces al fuego, a fuego fuerte hasta que el agua empiece a hervir y después a fuego medio-bajo. Retíralo cuando empiece a espesar y sigue removiéndolo. Deja que se temple antes de seguir.
Mezcla muy bien el tofu batido con la avena en un bol, tápalo con film transparente y déjalo en la nevera mínimo media hora. Puedes probar un poquito y añadir una pizca más de sal. Lo puedes dejar de un día para otro si quieres.
Para hacer el empanado pon en un plato hondo o tupper la harina de trigo. En otro mezcla la harina de garbanzos, almidón, perejil, ajo, vinagre y sal con 1,5 tazas de agua. En un tercer recipiente mezcla el pan rallado con la quinoa inflada.
Para formar los schnitzels coge porciones de masa no muy grandes (como 1,5 cucharadas), ponlas en la harina y dales forma a mano. Procura hacerlos más bien finos. Después pásalo por la mezcla líquida. De nuevo por harina. Otra vez por la mezcla líquida, y por último el pan rallado con quinoa inflada. Esta es la secuencia
harina ➜ líquido ➜ harina ➜ líquido ➜ pan rallado
Ve dejándolos en una fuente o un plato grande. Si no los vas a hacer en el momento puedes guardarlos en un envase bien cerrado en la nevera (máximo 2 días) o congelarlos (mételos en bolsas de congelación y ciérralas bien, te durarán 6-7 meses).
Para cocinar los schnitzels
A la plancha: calienta 1 cucharada de aceite en una sartén grande antiadherente a fuego medio. Pon los schnitzels que quepan y tápalo. Deja que se hagan 5-6 minutos por cada lado (si se doran rápidamente, baja un poco el fuego), hasta que estén dorados y crujientes.
Fritos: calienta abundante aceite en una freidora o en una cacerola mediana a 170ºC. Fríe los schnitzels que quepan 6-7 minutos, dándoles la vuelta de vez en cuando, hasta que estén dorados y crujientes. Escúrrelos muy bien y déjalos reposar sobre papel de cocina absorbente.
Al horno: precalienta el horno a 190ºC. Pon todos los schnitzel que quepan en una bandeja para horno con papel para hornear. Puedes rociarlos con un poquito de aceite de oliva (usa un pulverizador o atomizador de aceites). Hazlos al horno 20-22 minutos, dándoles la vuelta cuando lleven 10-11 minutos. Sácalos cuando estén dorados y crujientes.
Notas
Acompaña los schnitzels recién hechos con ensalada, patatas al horno, verduras, purés, arroces, etc., quedan muy bien casi con cualquier cosa :)