Lava las patatas y hiérvelas unos 20 minutos, hasta que estén tiernas.
Lávalas con agua fría y deja que se enfríen por completo.
Lava los grelos y pica muy finamente las hojas (no usaremos los tallos).
Calienta en una sartén 1 cucharada de aceite a fuego medio-alto y dora ligeramente las semillas de cominos. Añade los grelos y una pizca de sal y dóralo todo 4-5 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que los grelos hayan reducido y estén dorados. Deja que se enfríen.
Pela las patatas y machácalas con un tenedor. Mézclalas con los grelos, sal, cilantro, nuez moscada y el diente de ajo picado, sin nervio. Agrega el almidón, mézclalo bien y deja reposar la masa al menos media hora.
Calienta abundante aceite a 175ºC.
Forma los kababs tomando porciones un poco más grandes que una nuez y dándoles forma cilíndrica.
Fríelos por tandas, dándoles la vuelta de vez en cuando, hasta que se doren.
Sácalos a un plato con papel de cocina absorbente.
Sírvelos calientes, templados o fríos para acompañar otros platos o con salsas.